World War Hulk es un relato gráfico que gira en torno a la venganza de su protagonista. Sin pretender hacer ningún spoiler, ubicaremos la historia en el punto en el que La Masa abandona Sakaar, planeta al que fue exiliado, previo engaño de los Iron Man, Dr. Extraño, Rayo Negro y ReedRichards, por considerarle un peligro para la Tierra, permitiendo, de este modo, una nueva línea argumental titulada Planeta Hulk. Allí, el gigante esmeralda, vivió algo parecido al sueño americano (aunque lo suyo le costó) hasta convertirse en rey y encontrar el amor e incluso formar una familia. Por primera vez en mucho tiempo dejó de ser un incomprendido. Demasiada felicidad empalagosa para un personaje de su talla. El punto de inflexión tuvo lugar cuando la nave en la que viajó hasta aquel mundo perdido estalló misteriosamente masacrando millones de seres, incluida la compañera de Hulk y el bebé que esperaba. Está de más añadir que su ira sólo puede ser calmada con la venganza y por eso regresa a la Tierra para rendir cuentas con aquellos que le exiliaron. Amigos, la tangana está servida, ¿quién será el guapo que le pare los pies?
WORLD WAR HULK: repartiendo de lo lindo.
"Pueden llamarte lo que quieran. Salvador… Destructor…Lo único que importa es lo que eliges".
Seamos sinceros, algo está cambiando si el autor de estas palabras es ni más ni menos que el Increíble Hulk. Para qué negarlo, nunca ha sido uno de mis superhéroes favoritos, pero si había algo que me gustaba de esta bestia parda era esa capacidad suya para liarse a mamporros con todo lo que se cruzara en su camino, dejando a un lado sentimientos y razón. Entonces, ¿a santo de qué este disfraz de pitufo filósofo? Venga va, confieso, esta reflexión aparece al final de este World War Hulk Integral que nos presenta en edición deluxe Panini. Como no podía ser de otra manera, antes de llegar a esta conclusión, nuestro amigo verde ha repartido y de lo lindo.
