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Doce himnos para un World Pride 2017 en español

Por primera vez en su historia la celebración del World Pride recae en una ciudad que habla en castellano, razón de más para reivindicar las doce canciones en este idioma que han hecho de los homosexuales una comunidad orgullosa, una por cada año de legalidad del matrimonio homosexual en España.

ondacero.es

Madrid |

Bandera LGTBI del World Pride de Madrid | Agencias

1. "A quién le importa", de Alaska y Dinarama: La elegida como himno oficial del World Pride Madrid con una versión coral, aunque nada como la original de 1986, pop con espíritu punk incluida en un disco que además se titulaba "No es pecado". Thalía la regrabó años después y ambientó el videoclip en un club gay.

2. "Mujer contra mujer", de Mecano: Del mismo año, 1986, fue una de las primeras canciones de temática explícitamente homosexual. "Ha sido una evolución costosa y lenta, pero creo que en España ya se ha conseguido el respeto del mundo heterosexual al homosexual, aunque en otros puntos haya que seguir cantando alto 'Mujer contra mujer'", declararía muchos años después a Efe su intérprete, Ana Torroja.

3. "Amante bandido", de Miguel Bosé: Amigo de las lecturas ambiguas, especialmente a partir de este corte de 1984, que fue uno de los temas más conocidos del músico hispanopanameño y se ganó un hueco en el imaginario homosexual hablando de "pasiones privadas" y "amantes cautivos" en un "oasis prohibido por amor concebido". ¡Ahum!

4. "Escándalo", de Raphael: Puede que la mitad del cancionero del de Linares cupiera en esta lista, pero la palma se la lleva este corte de 1992 que se adelantó a la eclosión de los ritmos latinos y que habla de encuentros furtivos "por las esquinas", de murmuraciones y de que "si lo nuestro es un pecado, no dejaré de pecar".

5. "Soy yo", de Marta Sánchez: Medio millón de copias vendió la madrileña del disco homónimo que incluía esta canción lanzada en 2002. En ese grito de reivindicación en el que se lamía las heridas por amor contó con remix de Pumpin' Dolls y colaboradores de la talla de Brian Rawling, productor ganador de un Grammy por "Believe" de Cher. ¿Hacía falta más?

6. "Sobreviviré", de Mónica Naranjo: En el año 2000, en plena bisagra entre centurias, la de Figueras sorprendió con esta versión del "Fiume azzurro" de Mina que actualiza el mensaje de Gloria Gaynor entre "pelo acrílico, cuero y tacón" y una ciudad "que al anochecer vuelve a florecer lúbrica".

7. "Diferentes", de Ellos: Incluido en su debut discográfico, "Lo tuyo no tiene nombre" (2000), a primeras parecía un canto a la diversidad sexual, aunque años después su autor, Guille Mostaza, revelaría que trataba de una ex que presumía de la relación con su nuevo novio. Los años no han hecho que deje de ser un icono gay.

8. "Vuelve el amor", de La Unión: Otra resurrección musical de manual fue la del trío embajador de la elegante música new wave en España. En 2002 regresaron con este canto a la pasión que respiraba la energía de sus inicios, entre campanadas, sintetizadores, violines ágiles y desenfado ochentero.

9. "Todos me miran", de Gloria Trevi: "Y me solté el cabello, me vestí de reina, me puse tacones, me pinté y era bella", reza esta canción, otra deudora del "I will survive", que devolvió en 2006 a la mexicana al plano internacional después de años muy duros y su paso por prisión.

10. "La revolución sexual", de La Casa Azul: Probablemente la mejor canción que ha optado a representar a España en Eurovisión no pasó el filtro del público en 2007, pero sí con los años. La progresión inicial del teclado es inconfundible, como su toque funk con arreglos futuristas y esa pura celebración del amor libre.

11. "Espada", de Javiera Mena: Respetada artista de pop alternativo, esta chilena que es casi una española de adopción epató sobre todo con las poco sutiles metáforas de su videoclip, un hito musical en un panorama en el que no abundan las referencias a la atracción lésbica.

12. "Mira cómo vuelo", de Miss Caffeína: El disco más desinhibidamente pop de la formación "indie" madrileña tuvo en este su sencillo estrella, cantado por Alberto Jiménez, gay reconocido y símbolo de la comunidad sin proponérselo, en parte por temas como este, que habla de "viajar más ligeros tras soltar lastre y que saben también que hay una voz dentro".