El grupo islandés ha sido una de las sensaciones de Eurovisión, consiguiendo el décimo puesto en el certamen. Su excéntrica y atrevida puesta en escena ha catapultado la canción Hatrid mun sigra hasta la mitad superior de la clasificación del festival.
Los integrantes de Hatari no han sido los únicos en realizar reivindicaciones en torno al conflicto israelí-palestino, pues durante la actuación de Madonna también han aparecido dos bailarines que, en la coreografía, se abrazaban de espaldas. El bailarín de la izquierda llevaba a la espalda la bandera israelí, mientras daba su mano a la persona de la derecha, con la palestina.