El presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, ha advertido en la inauguración del Foro Anual de Editores que la piratería de los libros, "más allá del daño económico, está propiciando un daño mayor, el menosprecio de una parte de la sociedad hacia el valor de los contenidos culturales".
En una conferencia titulada 'Retos y oportunidades en el mundo del libro', Creuheras ha comentado que en el panorama de transición en el que se encuentra el sector editorial "hoy se lee más que antes" y ha pronosticado que "el libro en papel va a coexistir con el libro digital". En los dos últimos años todos los indicadores parecen coincidir en que el equilibrio "se está alcanzando con un porcentaje claramente a favor del libro en papel frente al libro digital en una relación de 70-30 aproximadamente" y aunque todos reconocen que se lee más que antes, "desafortunadamente se venden menos libros".
Ha ilustrado esta percepción con datos: "el mercado del libro en España ha decrecido un 30% con respecto a 2008 y en cambio el índice de lectura es hoy 7,5 puntos superior". El editor del Grupo Planeta ha asegurado: "desde hace unos años los editores hemos hecho los deberes y podemos exhibir una amplia oferta digital de libros: libros completos, fórmulas de suscripción, licencias para fragmentos, bibliotecas virtuales", pero esta oferta legal de contenidos apenas ha conseguido atraer al 5% de consumidores (en facturación unos 115 millones de euros)". Ha denunciado la incidencia negativa de la piratería, que ha tenido "un impacto directo estimado en torno a los 200 millones de euros cada año".
Creuheras ha atribuido esta situación a "todos" los que forman parte de la cadena de valor del libro, entre los que se ha incluido, también entre los que tienen la obligación de garantizar un marco legal que haga respetar los derechos de la propiedad intelectual; y "probablemente no podemos excluir a nuestro sistema educativo". Otro de los factores que ha contribuido de manera decisiva a que la percepción del valor de los contenidos sea muy baja ha sido la estrategia de la industria tecnológica que fabrica los soportes para la lectura digital. En Estados Unidos, que es donde estalló en primer lugar el fenómeno del libro digital, "los grandes monopolios de la distribución por Internet descubrieron que el negocio para ellos no era la venta de libros, sino la comercialización de los soportes digitales para la lectura".
Cuando los grandes distribuidores de Internet han llegado a Europa, ha recordado el presidente del grupo Planeta, se han topado con "una legislación sobre el libro que quiere evitar que los monopolios de la distribución fijen los precios y destruyan un ecosistema muy importante para el mundo del libro, como son las librerías". Ha anunciado que Europa vivirá en los próximos una lucha de estos grandes grupos de distribución por Internet para "romper el esquema del precio fijo, para monopolizar la comercialización y convertir el contenido en una materia prima, desposeyéndolo de valor añadido e intentando convencer a los usuarios de que lo que aporta valor real es el soporte, donde ellos obtienen grandes márgenes".
Creuheras ha pedido a los editores que entiendan la transición del mundo analógico al mundo digital; y que "Internet es también una plataforma para que los libros lleguen al lector, no sólo como un producto, sino también como un servicio", y ha propuesto servicios como "libros en 'streaming', parecido a lo que ocurre con la música o con las películas, con Spotify o Netflix". Ha lamentado que "España es, por desgracia, uno de los países del mundo que más piratea los contenidos de la red junto a China, Rusia y Ucrania; y su tasa de piratería, según los datos del Observatorio anual de Piratería, supera el 77 % de los contenidos digitales; y en el ámbito del libro, sólo uno de cada tres de los que se descargan libros los pagan".
Cambiar esta percepción sólo se puede conseguir con programas muy ambiciosos de educación en las escuelas y desde las propias familias, ha subrayado. El bloqueo preventivo de una web que enlaza con contenidos pirata si existe una denuncia del titular de los derechos; un acuerdo entre los anunciantes, los productores de contenidos y las agencias de publicidad para ahogar las fuentes de financiación, y la publicidad, de las páginas que alojan contenidos piratas, son algunas de las propuestas apuntas por el dirigente de Planeta. "La irrupción de las nuevas tecnologías ha representado, para los que nos dedicamos a la transmisión del conocimiento, una revolución sólo comparable con la aparición de la imprenta en el siglo XV", ha sentenciado.