La bruma verde arranca con un violento asalto que sufre la pequeña Bineka en una aldea congoleña. Para narrar su historia de supervivencia con los chimpancés, Gonzalo se ha inspirado en las vidas de Jane Goodall y Dian Fosey además de la ayuda de la primatóloga Rebeca Atencia, veterinaria gallega afincada en Congo desde hace más de una década.
En la conversación con onda cero, el autor cuenta la importancia de los personajes en su novela; Bineka, porque quería que la protagonista fuera nativa de África, pero sin olvidar a Lola, directiva occidental que lo deja todo para intentar rescatar a su buena amiga Beatriz, cooperante secuestrada en Kinsasa.
A través de sus vivencias, Gonzalo cuenta a sus lectores no sólo la belleza del continente, sino las luchas de poder e intereses que allí ocurren, marcadas sobre todo por la violencia. Y lo hace a través de otro de los personajes: Maxime, que encarna la falta de escrúpulos y de humanidad.
Con esta obra, un canto al conservacionismo para los lectores, Gonzalo quiere lanzar un mensaje a la humanidad: si nosotros cuidamos la selva y la naturaleza, éstas nos protegerán.