"La maestra de Sócrates" (Espasa)

Diotima de Mantinea, la mujer que libró a Atentas de la peste hace 2.500 años

Hace casi 2.500 años, una mujer increíble, una sacerdotisa, libró a Atenas de una terrible peste. Ahora, cuando el mundo hace frente a una pandemia que mantiene en jaque a nuestra civilización, la autora Laura Mas nos acerca a la vida de aquella extraordinaria mujer, maestra en asuntos de amor del joven filósofo Sócrates: Diotima de Mantinea.

Paco Paniagua

Madrid |

La maestra de Sócrates nos traslada a la Atenas de Pericles. Laura Mas revive con sensibilidad y verosimilitud las que pudieron ser las conversaciones entre algunos de los filósofos más importantes de su tiempo. La recreación de la vida cotidiana es sutil y realista, y sumerge al lector en una ciudad y en una cultura deslumbrantes.Por la novela desfilan personajes reales que hoy forman parte de la Historia del pensamiento universal.

Laura Mas rescata a Diotima de Mantinea, quien fue una de las principales representantes del pensamiento femenino en un mundo patriarcal. Sócrates le confiesa, sin tapujos, que sus enseñanzas sobre el amor son indispensables para él.

La maestra de Sócrates se adentra en la figura de una mujer valiente y adelantada a su tiempo en cuyas ideas se basa el origen del concepto de amor platónico, que defiende la búsqueda de la belleza —y de la pureza— por encima de la pasión física. En El banquete de Platón, Sócrates revela al resto de comensales: «Todo lo que sé del amor lo aprendí de ella».

"El amor no solo convierte al cobarde en héroe y quita el dolor al enfermo, también puede otorgar al espacio entre dos latidos más felicidad de la que cabe en una vida entera" (Diotima de Mantinea).

Año 440 a.C. El político y orador Pericles solicita la ayuda de la sacerdotisa Diotima de Mantinea para librar a Atenas de la peste. Durante la ceremonia de purificación, un Sócrates de treinta años queda fascinado con la sabiduría de esta mujer. Enseguida, el filósofo empezará a conocer de su mano los misterios de Eros.

En una época en la que las mujeres debían renunciar a todo, la condición de sacerdotisa de Diotima le dará la libertad de estar a solas con el pensador más relevante de su tiempo, al que instruirá secretamente, así como de participar en la vida política y filosófica de la ciudad. Sin embargo, pronto se extenderán insidiosos rumores acerca de una relación íntima entre maestra y alumno.