Cinco años han transcurrido desde que una desconocida escritora, Dolores Redondo, presentaba la primera entrega de lo que iba a ser la Trilogía del Baztán. Desde la localidad navarra de Elizondo, la autora vasca se daba a conocer con la novela ‘El guardián invisible’, que rápidamente alcanzó el éxito en librerías y luego en el cine. Hoy, con más de dos millones de lectores y después de haber ganado también el Premio Planeta con la novela ‘Todo esto te daré’ (Planeta), Dolores Redondo vuelve a dar vida a la subinspectora Amaia Salazar.
Hemos regresado a las calles de Elizondo y allí, junto a la cascada del rio Baztán verdadera arteria que da vida al pueblo, Dolores Redondo va desgranando algunas de las claves de “La cara norte del corazón”, precuela de la Trilogía del Baztán.
“Esta novela pertenece a la cara norte. Todas mis novelas son incursiones en esa faz oscura, mítica e inaccesible que todos llevamos en nuestro corazón. Soy una exploradora de esa cara norte, en la que siempre llueve, en la que siempre hace frío y en la que siempre es de noche, como en Baztán. Jamás he hecho otra cosas que no sea esto”, afirma Dolores Redondo.
A media hora de Elizondo, caminando por el bosque, la escritora vasca nos lleva hasta un punto clave en la novela: el Infernuko Errota (Molino del Infierno), pegado a la frontera francesa en medio del frondoso bosque. Se trata de un edificio de la época carlista en el que el lector va a comprender algunos de los pasajes más aterradores en la vida infantil de Amaia Salazar, cuando con 12 años se pierde en el bosque en medio de una gran tormenta. La encuentran a 30 kilómetros de donde desapareció. Sus ropas, chamuscadas como las de una bruja medieval, contrastan sin embargo con una piel blanca limpia y helada, como si acabase de surgir del hielo. La cicatriz oculta en su pelo, 13 años después, no es el único recuerdo que mantiene de aquella noche.
‘La cara norte del corazón’ llevará al lector también hasta la ciudad de Nueva Orleans, donde Amaia Salazar deberá hacer frente a un caso criminal sin precedentes, dentro de unas prácticas policiales en el FBI.
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