La historiadora británica, una de las grandes divulgadoras del mundo clásico, ha sido una de las galardonadas en los XXXVI Premios Princesa de Asturias que ha intervenido hoy en la ceremonia de entrega que el rey Felipe ha presidido en el Teatro Campoamor de Oviedo.
Reconocida por el jurado "por su sobresaliente contribución al estudio de la cultura, de la política y de la sociedad de la antigüedad grecolatina", Beard ha hecho partícipes del galardón a "todos los profesores, académicos y escritores que trabajan duro para hacer que nuestra conversación con el mundo antiguo sea tan viva, cautivadora y gratificante".
"También me gusta pensar que parte de este honor es para aquella antigua raza (la romana) a pesar de lo brutales, imperialistas y misóginos que eran", ha subrayado tras ensalzar su literatura, "que todavía desafía a la actual", sus leyes y política, "que todavía informan las nuestras", y sus "hábitos extraños, que aún intrigan".
Tras asegurar que se encuentra realmente encantada de haber sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias, ha señalado que se lo ha pasado "bárbaro" estos días en el Principado buscando los rastros romanos bajo el yacimiento de la villa de Veranes, en Gijón, que visitó el pasado martes.
"Esa visita ha sido para mí un claro ejemplo de la mejor forma de concebir la historia, tanto antigua como moderna", ha incidido esta experta en el mundo clásico para quien "la historia no es simplemente un tema reservado a unos pocos profesores solitarios, encerrados en sus bibliotecas, sino "una actividad ciudadana, comunal y compartida".
Lo ideal, según Beard, sería que desde los niños pequeños hasta los abuelos participasen de ello porque "no ser capaz de pensar de forma histórica hace que seamos todos ciudadanos empobrecidos".
Para la catedrática de Cambridge, aunque la historia no sea un libro de respuestas para los problemas actuales, sí enseña "acerca de nosotros mismos, desafiando nuestras certidumbres culturales y abriendo nuestros ojos a distintas perspectivas".
Además "alienta una cierta humildad cultural" y favorece el progreso ya que, aunque hoy en día siga habiendo esclavos "aunque no los llamemos así", ninguna mujer del planeta elegiría volver a la situación que vivía entonces el género femenino.
"Nuestra historia también cruza nuestras fronteras modernas", ha añadido Beard justo antes de recordar las palabras de un poeta inglés del siglo XVI, Johyn Donne, con las que ha criticado veladamente la salida del Reino Unido de la UE.
"Ningún hombre es una isla/ algo completo en sí mismo / cada hombre es un fragmento del continente", han sido los versos que ante los reyes de España ha recitado antes de mostrar su temor a que sus compatriotas británicos hayan olvidado ese mensaje.
Lo que sí ha dejado claro es que durante los días que ha pasado en España se ha sentido "parte de una historia compartida y de un continente compartido. Me siento muy afortunada".