Richard Donner, director y productor de cine estadounidense, ha muerto este lunes a los 91 años, según han confirmado su mujer, aunque todavía no han trascendido ni la causa ni el lugar de su fallecimiento.
Ha sido su propia viuda, Lauren Schuler Donner, la que confirmó el fallecimiento de su marido a la publicación especializada Deadline. Además, la productora de Donner corroboró la noticia en la revista Variety.
El famoso director nació en 1930 en el Bronx, Nueva York. Estudió empresariales y teatro y así comenzó su carrera como actor en escenarios fuera de Broadway, pero rápidamente se interesó por la dirección y empezó a hacer sus pinitos en televisión.
Películas icónicas
Donner es uno de los grandes directores de cine estadounidenses, que ha dejado a lo largo de su carrera películas muy taquilleras, como 'Superman', 'Arma letal' o 'Los Goonies', entre otras.
En 1976 logró su primer gran éxito en la gran pantalla, con la película de terror 'La profecía', protagonizada por Gregory Peck y Lee Remick. Cambiando de registro, en 1978, hizo la primera adaptación como película de 'Superman', con los actores Christopher Reeve y Marlon Brando como protagonistas. Este film se convirtió en su mayor éxito, recaudando más de 300 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo.
Según explicó el presidente de Marvel, Richard Feige, en un homenaje que la Academia de Cine realizó a Donner en 2017, "su 'Superman' es el arquetipo de las películas actuales de superhéroes. Seguiremos tratando de alcanzar el listón que dejó entonces".
Ya entrada la década de los 80, el cineasta dirigió otros grandes éxitos que marcaron a toda una generación, como 'Lady Halcón', 'Los Goonies' o la saga de 'Arma Letal'.
Por otra parte, en sus últimos años activo, Donner fue el productor ejecutivo de otros films que arrasaron en taquilla, como 'X-Men" (2000) y su precuela 'X-Men Origins: Wolverine', (2009).
"Ser director fue el mejor regalo del mundo"
En el homenaje que le realizaron en 2017, Donner habló sobre su trayectoria profesional y confesó que "ser director fue el mejor regalo del mundo. No fue trabajo. Fue un placer".