El 17 de marzo se celebra la festividad de San Patricio, que se extiende desde su epicentro, la ciudad irlandesa de Dublín, a todos los rincones del planeta, que no dudan en vestirse de verde para festejar esta fiesta.
Cada año los irlandeses conmemoran el fallecimiento de su patrón, San Patricio. Con ello, celebran la herencia y la cultura de Irlanda proyectando su entusiasmo y sus capacidades para hacer de esta fiesta una experiencia que ha traspasado fronteras y se ha extendido a todo el mundo.
Se cuenta que San Patricio nació cerca de Dumbarton, en Escocia. Cuando tenía 16 años, unos piratas irlandeses lo capturaron y lo vendieron como esclavo. Tras seis años en el país, consiguió escaparse y se fue a Francia, donde se ordenó sacerdote.
Años más tarde, a los 46, San Patricio decidió regresar a Irlanda para evangelizar a sus habitantes. Para explicar el misterio de la Santísima Trinidad, utilizó un trébol de tres hojas, objeto que pasó a ser conocido como símbolo de Irlanda y que se utiliza cada 17 de marzo. También es normal vestirse con ropas de color verde e incluso teñir la cerveza con este color.
A partir de 1990, el gobierno irlandés comenzó a utilizar esta fiesta como reclamo turístico, y ahora se ha convertido en un motivo para que los turistas visiten el país en estas fechas.