Para certificar que la figura merece tal distinción, al acto de presentación, celebrado este mediodía en el toledano centro cultural San Marcos, han asistido dos testigos oculares y un topógrafo que han certificado que El Quijote elaborado por el obrador "Santo Tomé" mide 3,60 metros -el récord lo ostenta un caramelo de 3 metros en la ciudad Los Ángeles, EEUU- y pesa 300 kilos.
Así lo ha explicado el maestro obrador de Santo Tomé que lo ha realizado, Antonio Aranda, que el pasado mes de enero se embarcó en la "aventura" de construir este singular Quijote, por encargo del Gobierno de Castilla-La Mancha, como uno de los actos más destacados de la conmemoración del IV centenario de la muerte de Cervantes.
Aranda, que fue Premio Nacional de Escayola con 16 años y lleva gran parte de su vida en el emblemático obrador Santo Tomé, creado hace 160 años, ha detallado que para elaborar esta escultura de repostería ha utilizado 600 kilos de pasta de mazapán y ha alterado un poco la receta del obrador al echar un diez por ciento más de azúcar de lo habitual para dotar de más dureza a la pieza.
El resultado ha sido "un Quijote" en el que se pueden admirar las diferentes tonalidades cromáticas de su yelmo color oro y su armadura gris, gracias a los colores alimentarios utilizados por este maestro, que ha invertido 500 horas de trabajo en su realización.
De "obra de arte con un producto insignia de la gastronomía toledana" y hasta de "obra de ingeniería" han calificado este Quijote los distintos participantes en el acto, entre ellos la directora general de Turismo de Castilla-La Mancha, Ana Isabel Fernández, que ha resaltado: "hoy en atriles de todo el mundo se está leyendo El Quijote, pero solo en Toledo se le habrá elevado a un atril tan dulce".
El coordinador de los actos del IV Centenario de la muerte de Cervantes, Gabriel González, ha dejado claro a los centenares de toledanos presentes que "este don Quijote no se puede comer" pues es intención del Gobierno de Castilla-La Mancha exponerlo en otros lugares de España.
Pero para que toledanos y visitantes "no se quedasen con ganas", la Asociación de Fabricantes de Mazapán y Turrón de Toledo ha repartido entre los asistentes figuritas de mazapán con las que endulzar este día, que constituye el "pistoletazo de salida", según González, para que dentro de un mes la organización Guinness Récord pueda validar que efectivamente El Quijote de Mazapán elaborado en Toledo es el más grande del planeta.
Para ello, el Gobierno regional aportará el informe de los testigos y del topógrafo, una certificación de calidad del obrador Santo Tomé, un reportaje fotográfico de la evolución constructiva de la escultura, realizada en seis piezas, una recopilación que muestre la repercusión mediática del evento y un vídeo.
Para la concejala de Turismo de Toledo, Rosana Rodríguez, "un Guinness conlleva tres valores: esfuerzo, creatividad y tenacidad", baluartes "de los que hace gala también el obrador Santo Tomé" con este mazapán quijotesco, elaborado en la ciudad donde Cervantes vivió y "encontró la génesis del Quijote", ha subrayado.
El acto lo ha cerrado el viceconsejero de Educación y Cultura del Gobierno castellano-manchego, Jesús Carrascosa, quien ha remarcado que, además del previsible futuro Guinness, "hoy celebramos el Día del Libro", lo que ha aprovechado para animar a todos los asistentes a leer "porque leyendo, vamos a ser una sociedad más culta, más justa, más solidaria y más libre".