Zaragoza, la capital de Aragón, es ciudad de tradiciones, arte y cultura, y capital mundial de la garnacha, que cuenta con dos catedrales en su interior.
Es una de las principales urbes de España gracias a su economía y número de habitantes. Tiene un encanto que la hace especial, ubicándose en el centro del Valle del Ebro y a unos 200 metros sobre el nivel del mar.
Zaragoza conserva un gran conjunto arquitectónico y artístico que perdura con el paso del tiempo, pues son más de 2.000 años de historia los que son testigo de su actual relevancia a nivel cultural en España.
Cuenta la historia que los orígenes más remotos de esta ciudad corresponden al poblado ibérico Salduba o Salduie, que se situaba entonces en los alrededores de la actual Zaragoza. Con el paso del tiempo y tras un largo proceso de culturización y conquista llega el momento de los romanos, que consiguen establecerse en las inmediaciones del Valle del Ebro.
De todo ello, y de un cúmulo de etapas y momentos históricos, nacen tres de los monumentos más importantes de la ciudad: la Basílica de Nuestra Señora de El Pilar, la Catedral de San Salvador y el Palacio de La Aljafería.
La ciudad de las dos catedrales
Actualmente la ciudad de Zaragoza tiene dos catedrales. Esto se debe a que su Cabildo Metropolitano acoge dos residencias: La Seo y El Pilar. Estas se intercambian el 1 de abril de cada año y ambas forman parte de la historia de la capital aragonesa.
Cada una de ellas es especial por sí misma. La Catedral de El Salvador o La Seo, construida sobre el antiguo foro romano de Caesaraugusta, se caracteriza por ser un conjunto de estilos que al visitar nos lleva a un viaje a través de la historia, navegando por el románico y el neoclásico.
Ubicada en el casco antiguo de Zaragoza, tiene a su lado la Parroquieta de San Miguel Arcángel. Junto a ella, ambas dejan una estampa que invita a visitar su interior desde fuera. Esta última presenta un muro exterior que es obra mudéjar aragonés, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001.
Pero no hay que olvidar otra de sus joyas, la Basílica de El Pilar, una auténtica obra del estilo Barroco que también es icono de la ciudad de Zaragoza. Y no solo eso, sino que además supone uno de los centros de peregrinación más prestigiosos de todo el mundo.
La Catedral de El Pilar es acogedora de una gran riqueza artística y cultural de distintas épocas que van desde el gótico-renacentista hasta las pinturas de Goya. Sin duda, junto con su hermana La Seo, son dos visitas obligadas de la ciudad.
Además, una leyenda cuenta que el templo se construyó sobre el pilar en el que el apóstol Santiago vio a la Virgen María el 2 de enero del año 40 d.C.