Las defensas de Luis Blasco Bosqued, exconsejero y expresidente de Telefónica Contenidos, que gastó 51.500 euros, y de Rubén Cruz Orive, que desembolsó 233.700 euros, han sostenido que debe ser Bankia la que demuestre que hubo algún comportamiento irregular, es decir, que en la entidad debe residir la carga de la prueba.
Laura Martínez-Sanz, que ha intervenido en defensa de Blasco, ha recordado que durante 23 años Caja Madrid admitió los gastos que le presentaban sin poner ningún reparo, y jamás pidió ningún justificante.
Pero es que además, ha explicado la letrada, la existencia o no de justificante "no modifica la naturaleza del gasto, con o sin él el gasto seguiría siendo el mismo"; y ahora, el acusado tiene que justificar algo que no tuvo que justificar en su día", cuando de lo que se trata son de gastos inherentes al cargo de consejero.
En defensa de Rubén Cruz Orive, el abogado Juan Carlos Cillán ha insistido en que reside en Bankia la carga de la prueba, ya que no ha declarado ningún testigo ni perito que haya refutado el testimonio de su defendido, que asegura que recibió la visa "para hacer frente a los gastos que considerara necesarios".
Todos los acusados han dado la misma explicación, lo que no implica que "se hayan puesto de acuerdo", ha señalado el abogado, sino que fue así como se desarrollaron los hechos.