El cambio que se plantea el Gobierno es que las cuotas que pagan los padres a los centros concertados dejen de considerarse donaciones, como establece, por ahora, la ley que regula el IRPF. Hacienda dice que sería realmente lógico, afirman desde el Fisco que si se recibe algo a cambio, en este caso que eduquen bien a los hijos, no se trata realmente de un donativo.
A futuro conllevaría de media unos 360 euros más a pagar en la declaración de la renta. Además, la Agencia Tributaria podría reclamar lo que se ha pagado de menos en los últimos cuatro ejercicios.
A día de hoy el pago de donativos permite la deducción fiscal de hasta el 75% para los 150 primeros euros pagados y del 30% para el resto. Los colegios concertados constan de 2 millones de alumnos, el 28% de la oferta educativa de nuestro país.