Arran ha expuesto en un manifiesto su deseo de expropiar las principales empresas y activos turísticos del país con el objetivo de "poner los beneficios económicos que generan al servicio de toda la población".
A esta propuesta se suman otras como el abandono de la emisión licencias de actividad para hoteles y empresas vinculadas al turismo, la mejora de las condiciones laborales, el aumento de los impuestos a las empresas del sector turístico y la prohibición de las empresas relacionadas con el alquiler de pisos turísticos como Airbnb.
Igualmente, la entidad ha denunciado un sistema turístico que "responde a un modelo capitalista que está concentrando los beneficios en muy pocas manos y provocando la destrucción de nuestro territorio" y ha lamentado la subida del precio del alquiler a raíz del modelo turístico actual.
Asimismo, Arran ha criticado el concepto de 'turismofobia' y lo ha calificado como "concepto inventado" que "criminaliza a las víctimas del conflicto". Además, ha afirmado no estar en contra de los turistas ni del turismo porque "ellos también lo son" y "viajar puede ser una actividad humana muy enriquecedora".