La reducción de la jornada laboral a 37 horas y media a la semana llega al Consejo de Ministros que la aprobará después de alcanzar un acuerdo con los sindicatos y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, pero no con la patronal.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz explicará en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros los pormenores del texto, aprobado gracias al diálogo social en el que tanto hincapié ha hecho.
Este texto lleva aparejadas otras reformas que afectan de pleno al Estatuto de los Trabajadores, como el relativo al nuevo registro horario que tendrán que aplicar todas las empresas sin distinción.
Cómo es el nuevo registro horario
El Ejecutivo busca eliminar el registro horario en papel para así tener un mayor y mejor control de las horas de cada trabajador. Según el borrador de la norma, todas las empresas sin importar su actividad o tamaño estarán obligadas a adoptar un sistema digital de registro de horario que sea accesible tanto para empleados como para la Inspección de Trabajo y sindicatos. De esta manera la supervisión será en tiempo real.
Para ello, los trabajadores ficharán de forma personal y directa al comienza y final de cada jornada y registrarán todas las interrupciones de la misma que afecten a su cómputo y señalando si las horas trabajadas son ordinarias, extraordinarias o complementarias.
Un dato importante a tener en cuenta es que la reducción de la jornada laboral aunque se apruebe en el Consejo de Ministros no se pondrá en vigor de forma inmediata hasta que el Gobierno logre la mayoría en el Congreso, algo que a día de hoy parece complicado.
La norma también garantiza el derecho al descanso y la propia intimidad de los trabajadores, con los que la empresa no podrá comunicarse fuera de su horario laboral. El acuerdo especifica que el trabajador tendrá derecho a no estar localizable y no recibir llamadas o mensajes de la empresa.
Multas más elevadas
Además, la normativa establece un endurecimiento de las multas a aquellas empresas que no apliquen estas medidas (tanto la reducción de jornada como el registro horario).
En cuanto a las multas, hay dos cambios: ahora se multará a las empresas por cada trabajador por el que se incumplan las normas y no de manera global. Y, en segundo lugar, las multas serán más cuantiosas pasando de un máximo de 7.500 euros por trabajador a 10.000 euros.
Por lo tanto, la transgresión de las normas y los límites legales se sancionarán con un mínimo de 1.000 euros a 2.000 euros; en su grado medio de 2.001 euros a 5.000 euros, y en su grado máximo, de 5.001 euros a 10.000 euros.