El 80% de las personas ya usa Inteligencia Artificial a diario sin apenas darse cuenta. Sólo la tercera parte es consciente de ello. El uso de ChatGPT, una de las herramientas más populares de IA Generativa, no para de crecer. Actualmente tiene mas de 546 millones de usuarios en todo el mundo, que realizan 2.295 millones de visitas al mes. Son datos del estudio de Semrush sobre el perfil de usuarios de esta tecnología.
Desde su lanzamiento en noviembre de 2022, el número de consumidores no ha parado de crecer. En España cuenta con 12.7 millones de clientes, que realizan 45.5 millones de visitas al mes. La duración media de cada entrada se acerca al cuarto de hora según explica en Onda Cero Fernando Angulo director de comunicación internacional de Semrush. Su pico de actividad más alto se alcanzó en mayo de 2023 con mas de 47 millones de visitas. "Desde entonces, ha mantenido una tendencia similar, reduciéndose en los meses de verano y vacaciones".
¿Quién está realmente detrás de la IA?
La mayoría de los que usan ChatGPT son hombres (67´5%), de entre 25 y 34 años, con un nivel de ingresos bajo (59%) y un nivel educativo universitario o superior. Un 42% se encuentra en situación de trabajo a tiempo completo. Cinco de cada 10 accede a esta tecnología desde su dispositivo móvil, lo que indica su facilidad de uso, aunque en el trabajo se decantan más por el ordenador.
Donde más se utiliza esta herramienta es en Estados Unidos, India, Brasil, Filipinas e Indonesia. Los españoles estamos cada vez mas interesados en su potencial y lo aplicamos a nuestras rutinas de trabajo. Alex Gómez Maneses profesor de EAE Business School subraya que ChatGPT ha tenido una absorción muy rápida por parte del usuario, a diferencia incluso internet que tardó muchos años en usarse de manera habitual." La previsión es que en unos 3 o 4 años será una herramienta que incorporaremos a nuestro día a día.
La brecha de genero en la era de la Inteligencia Artificial
El acceso a la IA Generativa puede abrir nuevas brechas, como ocurre con otras tecnologías por el estatus socioeconómico y por razones de sexo. Se trata de una herramienta transformadora como explica Marta Graño, profesora de Liderazgo e Innovación de OBS Business School pero también un espejo de lo que ha sucedido hasta ahora." El algoritmo aprende de grandes volúmenes de datos históricos que pueden contener discriminaciones y estereotipos pasados. La IA corre el riesgo de perpetuar esas desigualdades. Hay que intentar, subraya Graño que los equipos desarrolladores corrijan errores y que en ellos haya mujeres".