El Banco Central Europeo llevaba desde septiembre sin tocar los tipos de interés. Los riesgos geopolíticos y como consecuencia, las presiones inflacionarias, han mantenido en vilo a los miembros del supervisor todos estos meses. Pero parece que los recientes datos macroeconómicos de Europa han convencido a la entidad que preside Christine Lagarde para tomar la decisión de hoy. Los tipos de interés bajan 25 puntos básicos, del 4,5% al 4,25%. La Unión Europea adelanta así a la Reserva Federal, que sigue cauta ante el debilitamiento de la economía estadounidense.
Los precios en la eurozona repuntaron en general en mayo al 2,6% y la inflación subyacente incrementó dos décimas hasta el 2,9%. La causa fue el encarecimiento de los alimentos, la energía y los servicios. Y en esto se ha fijado el supervisor para tomar una decisión. Su objetivo sigue siendo que la inflación llegue al 2% a medio plazo, una meta que esperan alcanzar en 2025.
"Desde la reunión del Consejo de Gobierno celebrada en septiembre de 2023, la inflación ha descendido en más de 2,5 puntos porcentuales y las perspectivas de inflación han mejorado notablemente. La inflación subyacente también se ha moderado, lo que refuerza las señales que indican que las presiones inflacionistas se han debilitado, y las expectativas de inflación se han reducido en todos los horizontes. La política monetaria ha mantenido unas condiciones de financiación restrictivas, lo que, al frenar la demanda y mantener las expectativas de inflación firmemente ancladas, ha contribuido de forma importante al retroceso de la inflación" exponen en la nota de prensa.
Para el tipo marginal del crédito es la primera bajada desde 2016 y para el tipo de depósito es la primera reducción en 5 años, desde 2019. El recorte, aunque los tipos sigan bastante altos, supone un leve alivio para los hipotecados y para todos aquellos europeos que están pensando comprar una casa. El euríbor se va relajando a medida que el BCE se muestra más optimista. Este mayo, el índice de referencia para el cálculo de las hipotecas se mantiene en torno al 3,69%, una cifra que los expertos esperan que siga bajando hasta final de año.
"El Consejo de Gobierno continuará aplicando un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados. En particular, sus decisiones sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos" añade el BCE en el comunicado.
Persisten los riesgos
La presidenta de la entidad ha reiterado que no se comprometen a seguir un camino de tipos concreto. Deja así caer que en la próxima reunión de julio se podrían mantener en el 4,25%. Y por tanto, habría que esperar hasta septiembre para la próxima bajada. Christine Lagarde ha expuesto que los riesgos para el crecimiento económico están equilibrados en el corto plazo y siguen inclinados a la baja en el mediano plazo pero aún persisten: "La guerra injustificada de Rusia contra Ucrania y el tráfico conflicto en el Medio Oriente son fuentes importantes de riesgo geopolítico".
Aun así, el supervisor estima que la economía de la eurozona crezca un 0,9% este año, un 1,4% en 2025 y un 1,6% en 2026. Para la inflación, prevé que la general se sitúe este 2024 en el 2,5%, en el 2,2% el año que viene y en el 1,9% en 2026. "Decidimos recortar. Y lo hicimos porque, en general, nuestra confianza en el camino a seguir -porque tenemos que mirar hacia el futuro- ha ido aumentando en los últimos meses" ha expuesto Lagarde.
