El Banco de España mejora la previsión de crecimiento para todo el año en cinco décimas hasta el 2,8%. También mejora su previsión para el 2025 en tres décimas, hasta el 2,2, y para 2026 en el 1,6%. La actividad economía continúa manteniendo su vigor en el segundo trimestre.
Las fortalezas vienen del aumento de la población, de la demanda externa y el turismo. No obstante, en el tercer trimestre, entre julio y septiembre, la economía crecería, pero menos, dos décimas por debajo del anterior trimestre, hasta el 0,6%.
No obstante, la incertidumbre es significativa para la segunda mitad de año, sobre todo por el consumo de los hogares y la inversión. Detrás está el efecto acumulado de un endurecimiento de la política monetaria estos últimos años. La actividad de las empresas también se habría debilitado con un freno de la industria y la construcción.
El empleo, por su parte, se habría ralentizado también el tercer trimestre, con una tasa de paro que no bajará del 11% hasta 2026 y una afiliación menor que la observada hasta junio.
Por otro lado, preocupa al Banco de España el cumplimiento de gasto que marca Bruselas. El gasto público crece un 5% en el segundo trimestre, con un déficit público del 3,4%, que requerirá medidas de ajuste adicionales o incrementar los ingresos. La institución ve ya una inflación más estable por debajo del 3% este año, y cercana al 2% el objetivo del Banco Central Europeo, en 2025.