La política monetaria del BCE seguirá apoyando la economía, pero será necesaria también una mayor inversión de los países del club. Con este mensaje, Lagarde apuntilla la despedida de su predecesor, Mario Draghi, y pone sobre la mesa la necesidad de políticas de estímulos fiscales.
A los que miraron con desconfianza los últimos pasos dados por su predecesor, Lagarde les ha garantizado una revisión de la estrategia en el futuro cercano.
En el centro del mensaje, también el reclamo de una respuesta común a los desafíos compartidos que debe afrontar la Eurozona en los años venideros.
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Lagarde fue consejera entre 2003 y 2005 de una empresa domiciliada en el paraíso fiscal de las Islas Bermudas