"En 23 años, ¿hay alguien que pueda decir que se puede esconder esta práctica en una organización de miles de personas con un Banco de España detrás?", se ha preguntado Blesa, y ha añadido que "no existía ninguna intención de confundir" sobre la existencia de estas tarjetas.
Asimismo, ha afirmado que las tarjetas "claro que se veían", y ha añadido que si la auditoría encargada a Bankia tenía dudas acerca de su naturaleza, "podía haber ido al plan contable de la caja", por lo que ha calificado las acusaciones que pesan sobre él de "muy graves".
Y es que, ha explicado Blesa, los auditores "lo conocían todo perfectamente, cuál era la tratamiento fiscal, todos los conceptos, todo, pero luego lo omite en el informe que se envió al FROB y que sirvió de base para la acusación".