El precio máximo de la bombona de butano de 12,5 kilogramos se incrementa un 4,88% a partir de este martes, hasta los 16,12 euros, según una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Esta subida supone que la bombona de butano alcanza el precio más alto desde 2015.
Esta subida en esta nueva revisión se debe al fuerte ascenso de las cotizaciones de la materia prima (19,86%). No obstante, el incremento en el precio máximo se ha visto atenuado gracias al límite de variación superior del 5%.
De no haber existido este mecanismo de atenuación, el precio sin impuestos de la botella se habría incrementado hasta un 7,16%.
El precio máximo de venta de los gases licuados del petróleo envasados (GLP) en envases de entre 8 y 20 kilogramos (la tradicional bombona de butano) no se encuentra liberalizado.
Precio vigente hasta el tercer martes de noviembre
Su valor se revisa bimensualmente el tercer martes del mes, por Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas, de acuerdo a la metodología establecida por la normativa vigente, por lo que este nuevo precio estará vigente durante dos meses, hasta el tercer martes de noviembre, cuando se revisará de nuevo según las cotizaciones internacionales.
La revisión bimensual del precio se calcula en función del coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales, así como del coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar.
Por otra parte, dicha revisión del precio, al alza o a la baja, está limitada al 5%, acumulándose el exceso o defecto de precio para su aplicación en posteriores revisiones.
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.
Actualmente, se consumen 68 millones de envases de GLP de distintas capacidades, de los cuales 53 millones se encuentran sujetos al precio máximo regulado (el 78%). Se trata de un combustible en retroceso: desde 2009 a 2018 el consumo total de GLP envasado ha descendido un 20%.