El incremento se debe al ascenso en las cotizaciones internacionales de la materia prima, que ha sido de un 15,5 %, y la subida de los fletes (transportes), que ha sido del 15,8 % en el bimestre mayo-junio respecto al anterior. También ha influido en el aumento de precio de la bombona la depreciación del euro respecto al dólar, de un 4,6 % respecto al bimestre anterior, y el incremento de los costes de comercialización, que ha sido del 0,85 % sobre los vigentes fijados en julio del año pasado.
El precio de la bombona de butano se revisa bimestralmente y en esta nueva revisión ha retomado la senda alcista tras dos descensos consecutivos, al bajar en las revisiones de marzo y mayo, tras las subidas que hubo en enero del presente año y en noviembre de 2017.
La bombona de butano comenzó 2018 con una subida de un 1,6 % en enero (23 céntimos más), para bajar en la revisión de marzo un 4,9 %, hasta los 13,96 euros, con lo que pasó a costar 72 céntimos menos, y en la de mayo bajó un 4,94 %, hasta los 13,27 euros, con lo que recortó su precio en 69 céntimos. A pesar de la subida que se empezará a aplicar mañana, la bombona de butano está 3,58 euros más barata que cuando alcanzó su precio máximo, 17,5 euros, en 2013 y 2014.
Respecto a julio de 2017, cuando se hizo la tercera revisión del año pasado, la bombona es ahora 96 céntimos más barata, un 6,45 %. El nuevo precio estará vigente durante dos meses, hasta el tercer martes de septiembre, cuando el Ministerio para la Transición Ecológica revise de nuevo el precio en función de esos factores.