Esta multa es superior a la sanción de 2.420 millones que Bruselas en 2017 también al gigante informático por favorecer de forma sistemática a Google Shopping, su servicio de comparación de precios, que hasta este miércoles era la más alta por un caso de abuso de posición dominante.
Google dispone ahora de un plazo de 90 días para modificar el comportamiento que ha conducido a esta multa. De lo contrario, se enfrenta a una nueva sanción que podría alcanzar el 5% del ingreso medio diario global de Alphabet, la sociedad matriz.
En particular, Bruselas ha multado a la multinacional por exigir a fabricantes de dispositivos móviles la preinstalación de Google Search y del navegador Chrome como condición para obtener la licencia de su tienda digital Play Store. También denuncia que Google ha pagado a grandes fabricantes y operadores de redes móviles para que Google Search sea la única aplicación preinstalada en los mismos.
La tercera práctica que ha llevado al Ejecutivo comunitario ha imponer la sanción histórica es el hecho de que Google prohíba a fabricantes la venda de dispositivos móviles inteligentes con sistemas operativos basados en el código fuente de Android.
"Google ha usado Android como vehículo para cimentar el dominio de su motor de búsquedas. Estas prácticas han negado a sus rivales la oportunidad de innovar y competir. Han negado a los consumidores europeos los beneficios de una competición efectiva en la importante esfera móvil. Esto es ilegal bajo las normas europeas de competencia", ha explicado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.