Las negociaciones entre el Ministerio de Trabajo, los sindicatos, la CEOE y también la patronal continúan para sacar la reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales a 37,5 horas.
Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ha ofrecido una rueda de prensa en la no ha dado detalles de cómo continúa la negociación con el Ministerio de Trabajo y los sindicatos. Aún así confiesa que es la primera vez en la que una negociación es inflexible: "Me están diciendo negocia, pero tienes que admitir que esto es así" asegura Garamendi, "una de las partes, en este caso el Gobierno, dice esto es el final (de la negociación)" añade el presidente de la CEOE. Pepe Álvarez, secretario general de UGT por su parte asegura que las negociaciones continúan por buen camino y "espero que en las próximas semanas y días podamos ir delimitando el acuerdo con la CEOE"
Garamendi también ha pedido que se tenga en cuenta la opinión de los empresarios que Garamendi asegura saber a quien representa, y afirma haber oído burlas "porque no estamos de acuerdo" respecto a la negociación, e incluso la palabra "ultimátum". Álvarez cree "que de manera poco razonable se ha subido el tono, de una manera muy dura" y advierte a la patronal que "tiene que ser plenamente consciente de que con estos manifiestos lo que hace es incluso ahuyentar a las posibles inversiones" además "generar un clima en el país que nada tiene que ver con la realidad" y también confirma que "el voto de PNV y Junts no lo tiene nadie".
La flexibilidad para distribuir la jornada
La última propuesta del Ministerio de Trabajo sobre las negociaciones sobre la reducción de la jornada laboral se basa en ofrecer mayor "flexibilidad", permitiendo distribuir el 10% de la jornada de manera irregular.
El Gobierno acepta modular o flexibilizar esa reducción de la jornada realizando el cómputo de horas reducidas de manera anual. Así, las empresas podrían aplicar la reducción de la jornada laboral, pero, al mismo tiempo, contar con cierta flexibilidad por si necesitan ampliar esa jornada. Permitiría a algunos sectores como la agricultura o la hostelería mantener las jornadas largas en temporadas altas y reducir la jornada cuando hay menos demanda, por ejemplo, en invierno.
En estos momentos, las empresas pueden distribuir irregularmente hasta un 10% de la jornada anual. Ahora, el objetivo, es que ese 10% quede referido a la jornada que tuvieran las empresas a la entrada en vigor de la norma
Introducción de la reducción de la jornada de manera desigual
Según el documento que el Ejecutivo ha entregado a los agentes sociales, podría introducir a las 38,5 horas semanales a lo largo de este año 2024, pero retrasando su vigencia en aquellas empresas que ya hayan firmado convenios colectivos que recojan reducciones de jornada para respetar lo pactado entre empresas y sindicatos en las diferentes empresas. Para Pepe Álvarez, el secretario general "esta medida es un poco compleja, tenemos que debatir más".
Sanciones a las empresas que no respeten las jornadas
El Ejecutivo pretende introducir en la negociación un agravante para calcular sanciones a aquellas empresas que estiren de más sus jornadas cuando eso suponga un riesgo para la salud de los trabajadores, como el caso de los transportistas o personas que trabajen con maquinarias peligrosas. Todo esto en el caso de que las jornadas se alarguen de forma desproporcionada, porque "las jornadas excesivas matan".
