Posiblemente este sea el último acto público de Cándido Méndez como secretario general de UGT, antes del 42ª Congreso que se celebrará la semana que viene y que pondrá fin a 22 años al frente del sindicato. Méndez ha hecho balance positivo de estas dos décadas con más satisfacciones que disgustos.
Ha confesado que el mayor de esos disgustos fue cuando se conoció que el histórico líder de Asturias, Fernández Villa, se acogió a la amnistía fiscal.
Sobre el futuro no ha querido hablar, pero sí ha hecho una reflexión sobre la situación política. Ha afirmado que España necesita un gobierno "de cambio" y, por primera vez en él ha incluído a Ciudadanos.
Méndez ha sido presentado por su amigo, Ignacio Fernández Toxo, a un desayuno al que han asistido compañeros del sindicato, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, empresarios y políticos de diverso signo político.