La huelga de los transportistas vive una jornada más en los diferentes puntos de nuestro país. A las marchas convocadas en lugares de Cataluña, Madrid o Galicia, entre otras, se suman la suspensión de actividad en puertos parados en País Vasco o Andalucía: en ésta última, la totalidad de la flota pesquera se ha sumado al paro convocado a nivel nacional para urgir al Gobierno y la UE a tomar medidas.
Además del sector pesquero, el paro también ha afectado a un sector lácteo que anunció que interrumpía su actividad debido a la situación.
Todo ello supone un efecto para la economía española y el consumidor, que ve cómo algunos alimentos escasean en las estanterías de los supermercados, mientras que otros incrementan su precio.
Los alimentos que más suben de precio
Entre ellos, la leche o el pescado por su impacto en dichos sectores. Pero el incremento de los precios también ha llegado a productos básicos como la carne, frutas, verduras y hortalizas, sobre todo en los pequeños negocios donde se han visto obligados a subir la cantidad.
Todos ellos han visto incremento su precio en la cesta de la compra, mientras que los responsables de los negocios sostienen que no han aplicado toda la subida que deberían por la escalada de precios en la energía o los carburantes. Éste último supone un obstáculo para que los barcos no salgan a faenar desde los puertos españoles.
Mientras Mercamadrid recupera poco a poco la normalidad, el principal mercado mayorista de alimentación fresca de la región admite que la semana pasada constató un menor acceso de camiones a sus instalaciones por la huelga de transportistas.
Esto se tradujo en una reducción del 50% en la recepción de frutas y hortalizas frescas, por lo que hubo problemas para reexpedir productos e impactó de lleno en el aprovisionamiento de tiendas y cadenas de distribución.
El impacto de la guerra en Ucrania: girasol, cereales...
La guerra en Ucrania sigue afectando a la escalada de precios en la luz, el gas o los carburantes, así como también al desabrimiento de ciertos productos, tales como el aceite de girasol o los cereales.
El Gobierno ya anunció que ponía la marcha la importación de cereales procedentes de Argentina y EEUU. Y es que el trigo ha sido uno de los productos agrícolas más expuestos al conflicto, dado que Rusia y Ucrania concentran un cuarto de la producción global de este cereal.
Precisamente, el precio del trigo se ha disparado más del 36% desde el inicio del conflicto, al igual que se ha producido un encarecimiento del aceite de girasol.