Para entender lo que está ocurriendo en nuestro país, en lo primero que hay que fijarse es que falta vivienda. Mucha vivienda. El banco de España calcula que sólo para satisfacer las necesidades a corto plazo, de aquí al año que viene, faltan unas 600.000. Desde esta entidad confirman que en España hay muchas casas vacías, casi 4 millones, aunque sólo 400.000 mil están en las grandes ciudades. Aunque para utilizarlas, primero habría que rehabitarlas.
Eso por un lado, por otro, habría que construir. Pero desde 2008, tras la crisis inmobiliaria y financiera de entonces se juntan varios factores.
- Primero, hay cierta desconfianza hacia el sector porque lo del ladrillo arrastra mala imagen.
- Segundo, falta mano de obra porque muchos de los que abandonaron el sector, no han vuelto.
- Tercero, cuando se reactivó el sector llegó la crisis de materiales y de energía, por la guerra en Ucrania en 2022, y se encareció mucho la construcción.
- Cuarto, ahora las promociones deben de ajustarse a criterios de medioambiente (edificios mejor aislados, más sostenibles) para cumplir con la agenda 2030 y, en resumen, son más caros.
Falta vivienda pero se mantiene la demanda
Falta vivienda, por eso la poca que hay vuela. Tanto a la hora de comprar como a la hora de alquilar. Aquí la demanda depende, a largo plazo, de la demografía y de la renta per cápita. Y a corto, de los tipos de interés que están empezando a bajar (un 0,25%) y del mercado de trabajo. En estos momentos, se crean más familias, necesitan más casas, hay más trabajo y, por tanto, aumenta la demanda interna.
Por si fuera poco, también aumenta la demanda externa porque España se ha convertido en un foco de atracción, lo que mete más presión al mercado por:
- Inmigrantes que vienen a trabajar.
- Extranjeros con mucho dinero, en su mayoría latinoamericanos (tras el encarecimiento de la vivienda en EEUU).
- Extranjeros del norte de Europa que vienen aquí a jubilarse.
- Extranjeros nómadas digitales (con alto poder adquisitivo) que vienen a trabajar aquí durante meses o años.
- Turistas extranjeros, que viven un auténtico boom tras la COVID. Aquí entrarían tanto los que compran como los que se alojan en viviendas turísticas.
Esto es lo que explica que los precios no dejen de subir, a pesar de que la hipotecas siguen muy caras ¿Eso qué significa? Que los que compran no necesitan pedir dinero prestado. Por ejemplo, españoles de más de 55 años, con la casa pagada y que pueden meterse en una nueva hipoteca, por ejemplo, para invertir y complementar la jubilación. Extranjeros que tienen dinero y les encanta nuestro país. Fondos de inversión. Aquí los grandes perjudicados son los jóvenes que necesita tener, al menos, ahorrado un 30% de lo que cuesta una vivienda (20% por la entrada del banco, un 10% para impuestos).
El problema del alquiler
Y luego está el problema del alquiler que, hasta no hace mucho, era el refugio para aquellos que no podían comprar pero ahora también se ha vuelto imposible. Un informe reciente de la Fundación de Alquiler Seguro explica que en las zonas donde hay más demanda vuelan los pisos. En Baleares por cada piso que se ofrece hay 143 personas interesadas. En Barcelona casi 100 o en Madrid, 63. Como consecuencia, por ejemplo, en Cataluña un piso se alquila en menos de 15 días. Según sus datos, en los últimos 5 años los precios del alquiler han subido un 30% en Madrid o Barcelona.
Por todo ello, desde el sector avisan que cualquier medida que se tome, por parte del gobierno, se debe adoptar con mucho cuidado. De momento, no han dado con la tecla con la Ley de la Vivienda que acaba de cumplir un año en vigor.
En resumen, ¿Cómo está el mercado de la vivienda? Pues depende de si estás en el lado de los que ofrecen o en el lado de los que demandan. Si estás en el primero, estupendo. Si estás en el lado de los que quiere comprar o alquilar, complicado, porque todas las previsiones afirman que los precios -a no ser que haya un nuevo cataclismo- no van a dejar de subir.
Por acabar con un buen dato. El euríbor ha bajado en mayo, por segundo mes consecutivo, hasta el 3,68%. Eso sí que parece que no va a empeorar.