El precio del alquiler va a experimentar variaciones de cara al 2025. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el nuevo índice del Instituto Nacional de Estadística (INE) por el que se regirá el precio del alquiler el próximo año.
En 2023, el precio del alquiler estaba limitado a una actualización del 2%, mientras que en 2024 esa limitación subió al 3%.
Nueva Ley de Arrendamientos Urbanos
El alquiler de una vivienda se puede actualizar todos los años, siempre que se haya pactado así en el contrato y previo aviso de un mes de antelación por parte del arrendador. Además, solo se puede hacer una revisión anual del precio del alquiler.
Este nuevo índice que se aplicará a partir del 1 de enero de 2025, coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), es el valor mínimo entre la tasa de variación anual del índice de Precios al Consumo (IPC), la tasa de variación anual de la inflación subyacente y la tasa de variación media ajustada. Además, la LAU dispone de una serie de mecanismos de corrección por si el incremento anual supera el 2%.
El precio del alquiler no podrá subir por encima del IPC
Este año se ha producido una desvinculación del IPC en la actualización del precio del alquiler debido a los niveles de récord que alcanzó el IPC en julio de 2022, un 10,6%. Por lo tanto, durante la vigencia de un contrato el propietario no puede subir el alquiler por encima del IPC.
Según ha publicado el BOE, este nuevo índice se aplicará exclusivamente a:
- Contratos de vivienda actual
- Contratos que se hayan firmado tras la nueva Ley de Vivienda (25 de mayo de 2023)
- No se aplicará sobre alquileres temporales o de habitaciones, garajes, trasteros, oficinas o locales comerciales
Para saber cuánto subirá el precio del alquiler basta con sumar el porcentaje del índice del INE al precio mensual del alquiler. Para ello, el INE pondrá en su web cada mes y a disposición de todo el mundo los parámetros de actualización.
Con esta nueva ley, el arrendador debe respetar el contrato de alquiler vigente, independientemente de si está inscrito o no en el Registro de la Propiedad. Además, los inquilinos ya no pagarán el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales.
