La Navidad está a la vuelta de la esquina. Con la llegada de este periodo festivo, muchas personas regalan algo a familiares y amigos, aunque las dudas y la escasez de lo que se pretendía regalar propicia que muchos opten por dar dinero.
El dinero puede ser una solución sencilla ante la falta de ideas o las compras de última hora que no acaban como uno desea, por lo que se convierte en el regalo ideal para muchas personas. No obstante, conviene saber que hay que tener cuidado a la hora de regalar dinero, sobre todo en el caso del destinatario.
Esto tiene que ver con Hacienda. La Agencia Tributaria persigue el blanqueo de capitales, que en muchos casos de 'disfraza' como dinero regalado y un intento de pasar dinero en metálico sin que Hacienda se percate de ello. Por ello, todo dinero que se regale debe ser declarado.
El Código Civil afirma que una donación se entiende como un "acto de liberalidad por el cual una persona dispone gratuitamente de una cosa en favor de otra, que la acepta", por lo que un traspaso de dinero está sujeto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, sea la cantidad que sea, desde una posible propina de 50 euros a un regalo de más cantidad de los familiares, por ejemplo.
¿A partir de qué cantidad saltan las alarmas de Hacienda?
Aunque no existe una cantidad mínima por la que haya que declarar el dinero, en la práctica Hacienda no suele actuar en casos en los que las cifras son mínimas, y por tanto en la mayoría de regalos que se producen en estas fechas.
Que la Agencia Tributaria no actúe en la mayoría de casos no quiere decir que haya dudas al respecto. Sobre todo, a partir de una cantidad en la que pueden saltar las alarmas de Hacienda. Se trata de ingresos en metálico que superen los 3.000 euros, así como que el ingreso se produzca con billetes de 500 euros.
Estos dos últimos casos hacen saltar los avisos debido a que la entidad bancaria informa a Hacienda de que los titulares de la cuenta han recibido un ingreso de estas características.
¿Cuántos años tiene Hacienda para multar por un dinero que no se declara?
El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones corresponde a cada comunidad autónoma, que bonifica de diferente manera las donaciones entre familiares (según sean de primer, segundo o tercer grado) y también amigos.
La cuantía reclamada depende así de cada región y se dispone de un mes desde su recibo para rendir cuentas con Hacienda, que tiene hasta cuatro años para reclamar dicho pago. Antes de que venza el plazo de 30 días, se debe presentar la liquidación del impuesto a Hacienda
Así, Hacienda no suele recurrir el dinero regalado en caso de que la cantidad sea mínima, pero conviene saber que es considerado como una donación y como tal entra bajo el paraguas de los impuestos de la Agencia Tributaria.
