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Y es que este tramo de la curva es el más seguido por el mercado para anticipar la caída en recesión que tendría lugar dentro de nueve a veinticinco meses. Y siempre ha sucedido así en Estados Unidos en los últimos sesenta años. Para no ir más lejos la última inversión de esta parte de la curva fue en diciembre de 2005, dos años antes de una recesión provocada por la crisis financiera.
Y se produce porque los inversores buscan refugio en la deuda a corto plazo por el riesgo que plantea la renta variable, expuesta al deterioro de la economía. Esto se debe al freno de la economía global con una guerra comercial aún no resuelta, el freno europeo o las consecuencias negativas de un Brexit sin acuerdo. Por cierto, esta curva de bonos en Reino Unido también se ha invertido. La recesión parece estar más cerca.