La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha mostrado este lunes un Indicador sobre la Situación de la Pyme, creado por ellos para medir las fortalezas y vulnerabilidades del tejido empresarial en el país. Concretamente, analiza variables como la productividad, el crédito, la competitividad, los costes y la solvencia.
Los costes totales, en especial el de los suministros y la energía, han visto un gran aumento el primer trimestre de 2022. El mayor problema al que se enfrentan las empresas es que los costes totales, que subieron un 23%, aumentan más rápido que las ventas, que crecieron un 19,8%. Esto reduce los márgenes de la empresa, lo que lleva a un "empeoramiento de la liquidez" y "la competitividad de la empresa".
Más costes y menos rentabilidad
Tal y como ha podido indicar Cepyme, los costes laborales aumentaron un 5,2% en 2021, sin tener en cuenta los ERTE. El primer trimestre del 2022 continuó la tendencia, viéndose estos gastos aumentados en un 5,7%. Las que han sufrido más este incremento fueron las pequeñas empresas, cerca de dos puntos más que las medianas.
La confederación asegura que la subida de sueldos en las pymes se debe al aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que en 2022 se encuentra en 1.000 euro, la revalorización anual de los salarios por convenio y la falta de trabajadores especializados. Ya que su productividad media es inferior, "los salarios son más bajos que en las grandes empresas", y la subida "generalizada" de los salarios es muy difícil de "sobrellevar".
La rentabilidad también se ha visto afectada. Comenzó a crecer el año 2013, tras la gran crisis financiera sufrida en 2008, pero con el inicio de la pandemia ha comenzado a retroceder otra vez. El primer trimestre de 2022 se ha saldado con un descenso interanual del 3%.
El llamamiento de la Cepyme
La Cepyme ha pedido al gobierno la implementación de políticas que ayuden a fomentar la productividad y la competitividad en empresas. Demandan una "actuación urgente", para poder así adaptar las pymes al mercado actual. Los problemas que han sobrellevado las pymes estos últimos meses han supuesto un "gran esfuerzo", y ha llevado a un empeoramiento de las condiciones laborales.
La baja productividad, según la confederación, se ha visto agravada por el aumento de los costes, el pausado crecimiento del crédito y la ralentización de las ventas. Las pymes son "cada vez menos rentables", y lo evidencia la tendencia negativa en la que se encuentran desde 2017 y 2018. No existen "ayudas directas efectivas", lo que hace que las empresas españolas sean unas de las "más vulnerables de las grandes economías del euro", concretamente son un 30% menores a las europeas.