España lleva meses sufriendo la subida en los precios de la electricidad y el carburante. Ahora, la guerra iniciada por Vladimir Putin ha provocado que el coste de los alimentos aumente el total a pagar en la cesta de la compra.
Cabe recordar que Ucrania es el primer proveedor extranjero en España de maíz y de aceite de girasol, así como el cuarto en trigo. Por este motivo, muchos productos básicos para los españoles se están viendo afectados por la inflación, que ha ido subiendo hasta situarse en el actual 7,6% (la tasa más alta registrada desde 1986). Mientras, en el conjunto de Europa, se ha alcanzado un 5,8%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estos datos demuestran que nuestro país será uno de los más afectados por la crisis de Ucrania siendo, de momento, el que más ha sufrido un encarecimiento de los precios.
Los alimentos que más han subido de precio, por el momento
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dejado entrever en un comunicado qué alimentos son los que más posibilidades tienen de seguir subiendo durante los próximos meses, mientras el conflicto no termine.
Desde el pasado febrero, varios productos básicos ya han sufrido fuertes subidas, entre ellos: la fruta fresca (3,8%), las legumbres secas o en conserva (3,1%), la leche entera (1,9%), la leche desnatada (1,6%), el pescado congelado (1,3%), el pan (1,1%) y el queso (1,1%).
Sin embargo, ha llamado especialmente la atención el incremento de los costes en los alimentos para bebés, cuyo precio se ha disparado un 5%, un crecimiento similar en las subidas de salsas y condimentos (5,2%), el agua mineral (5,1%) y los platos preparados (4,5%).
Por el contrario, se han producido fuertes bajadas de precios en los pescados frescos, que ha caído un 7,1%, y en la carne de ovino (-5,2%), aunque los dos productos tuvieron importantes ascensos en meses anteriores.
Consejos para ahorrar dinero en la compra
En 2018, un informe elaborado por la Fundación Mapfre y la Universidad CEU San Pablo de Madrid, desveló que siete de cada diez españoles gasta una media de entre 150 y 450 euros mensuales a la hora de hacer la cesta de la compra. Aunque sea un dato lejano, ayuda a hacerse una idea del gasto económico que supone para los hogares llenar sus despensas.
Por ello, es necesario buscar consejos y trucos para ahorrar en el supermercado, y más concretamente, en esta época donde la inflación y la subida de precios en los alimentos básicos va en aumento.
Realiza tu compra en el supermercado más barato
Tal y como recoge un estudio publicado por la OCU, es posible ahorrar entre 276 y más de 3.000 euros al año, acudiendo a los supermercados con precios más bajos.
Tras evaluar casi 1.200 supermercados de 63 ciudades, la organización ha concluido que entre las cadenas con presencia nacional más extensa, las más baratas son Alcampo y Mercadona.
Elabora un presupuesto y planifica la compra antes de acudir al supermercado
Saber cuánto dinero se puede o se quiere gastar en la compra, es fundamental para ahorrar, por lo que se recomienda establecer un presupuesto para alimentación, ya sea mensual, semanal o diario.
Asimismo, es importante revisar la despensa y organizar las comidas que se van a preparar para saber con exactitud qué es lo que se necesita añadir en el carro. A continuación, se debe elaborar una lista que incluya todos los productos necesarios para evitar a toda costa adquirir en exceso.
Compra productos de temporada
Cada época del año tiene sus propios productos de temporada, por lo que, para ahorrar dinero, es clave priorizar y conocer estos alimentos, los cuales resultan ser más baratos, además de más frescos y más sanos.
Opta por las marcas blancas
Un error clásico en los consumidores es evitar marcas que son menos conocidas por considerarlas de peor calidad. No obstante, se debe tener en cuenta que dentro de las marcas blancas (las cuales son más baratas), existen productos buenos, como han demostrado diferentes comparativas de la propia OCU o de páginas web especializadas.
Si se opta por este tipo de artículos, se puede llegar a ahorrar hasta un 30% o un 40% en la cesta de la compra.
Aprovecha ofertas en productos no perecederos y haz uso de los cupones que se consiguen con una tarjeta de fidelización
Regularmente, un consumidor tiende a ir siempre a los mismos supermercados, por lo que hacerse con una tarjeta de fidelización puede ser una buena idea para contribuir al ahorro, puesto que aportan ciertas ventajas a sus socios como los cupones con los que conseguir artículos a un mejor precio. Eso sí, hay que estudiar si merece la pena o no dicha suscripción, ya que no todas las ofertas son rentables.
Igualmente, hay que aprovechar las promociones de productos no perecederos como el atún, el arroz o las legumbres en bolsa. Aunque no se necesiten en ese momento, se pueden adquirir en grandes cantidades. De esta manera se puede economizar futuras compras más caras, aunque hay que tener cuidado con las ofertas de grandes volúmenes en el resto de productos.
Compara el precio del kilo para saber qué producto es más barato
Al hilo de la anterior recomendación, hay que saber cuál es el producto más barato. Para ello, lo mejor es comprobar el precio del kilo o del litro de lo que compramos. Y es que, a veces, el precio por unidad o por envase de un artículo parece más barato, pero no siempre lo es.
Compra alimentos a granel
Comprar alimentos a granel siempre resulta más económico que optar por los paquetes o bandejas envasadas, ya que esta opción permite ajustarse a la cantidad que se necesita. Así no solo se limitará el despilfarro, sino también se evitará la pérdida de dinero invertido en la comida que se tira a la basura cuando se compra en exceso.
Evita los productos preparados
Los platos precocinados y preparados suelen ser más caros que si se adquieren los ingredientes por separado. De igual manera sucede con artículos como la salsa de tomate, el queso rallado, las verduras cortadas, etc. Todos estos productos son bastante habituales en una cesta de la compra, pero lo cierto es que encarecen el ticket final más que si te decides a comprar tomates naturales, queso o verduras enteras.
Cuidado con los productos etiquetados como 'light' , 'artesano' o 'caseros'
Los artículos etiquetados como 'light', 'artesano' o 'caseros' suelen resultar más caros que la versión normal. A pesar de que se piense que merece la pena el gasto al escoger productos más saludables, no siempre tienen que serlo. Por eso, es importante fijarse en los ingredientes de los alimentos.
Lo mismo pasa con los productos 'sin lactosa' o 'sin gluten'. Según la OCU, la leche sin lactosa puede ser hasta un 30% más cara, y en el caso de los yogures hasta un 40%. De manera similar ocurre con los productos sin gluten, que de media pueden ser hasta cinco veces más caros.
Paga en efectivo
Cada vez se paga más con tarjeta o incluso con el mismo móvil, pero a la hora de ahorrar es importante utilizar el pago en efectivo. Con este método no quedará otra que ceñir la compra a la cantidad que se lleva en ese momento, haciendo imposible que se compre más de lo necesario. Además, esta opción permite que el consumidor valore lo que realmente se gasta.
Revisa el ticket de la compra
Según un estudio de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI) revisar el ticket de la compra puede suponer un ahorro medio de hasta 10 euros mensuales, puesto que, muchas veces, los supermercados pueden cobrar más de lo debido a causa de un fallo del cajero o bien porque el sistema no ha contemplado productos en oferta o promociones.
Técnicas que utilizan los supermercados para que el consumidor gaste más
Los supermercados utilizan algunas estrategias para acabar vendiendo sus productos. Por este motivo, hay que prestar atención cuando se va a llenar la cesta de la compra.
Por ejemplo, los artículos que pueden tentar al cliente, o que se desean vender, se colocan a la altura de los ojos. En el caso de las golosinas, el chocolate o la bollería, son productos que se exponen a la altura de los niños, para que los pequeños convenzan a sus padres. Del mismo modo ocurre en las cajas, donde siempre abundan productos baratos y prácticos como pilas o chicles.
De lo que sí que no hay que olvidarse es de revisar los estantes superiores e inferiores, donde es posible que se encuentren artículos a un mejor precio.
A su vez, los productos básicos y muy demandados, como la leche o los huevos, suelen encontrarse en las zonas del fondo de los supermercados, por lo que se aconseja evitar los pasillos interiores. Esta trampa sirve para que el comprador tenga que recorrer todo el establecimiento, lo que aumenta la posibilidad de que termine comprando algo que no necesita.
Siguiendo los consejos y estando alerta de las estrategias de los comercios para vender sus productos, ahorrar en la cesta de la compra en época de inflación sigue siendo posible.