El 15 de junio es la fecha elegida por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida del Jerte para celebrar el día de la Picota. Y es que se considera que esta fecha es en la que el producto se encuentra en el punto perfecto de maduración. Una cita que han querido aprovechar para dar visibilidad a una de las frutas más características del verano. Así, durante el día de ayer, la DOP de la cereza del Jerte, repartió en pleno centro de Madrid más de 60 kilos de picotas.
Para la directora técnica de la D.O.P, Fátima López Santamaría, este tipo de acciones son muy importantes para la promoción de la Denominación de Origen: “es fundamental para nosotros llevar nuestras picotas a diferentes rincones del país, creando oportunidades para que la gente pueda probarlas y conocer más sobre su origen y proceso de cultivo”.
Y es que la Picota se cultiva en nuestro país en el Valle del Jerte, que por su climatología y orografía del terreno, consiguen obtener un producto muy característico; un color burdeos o granate oscuro y un sabor dulce y refrescante. La campaña de picotas acaba de empezar y si nada cambia, y la climatología lo permite, se espera que este año se puedan recolectar en nuestro país más de 3.000 toneladas de Picota. En cambio, la campaña de la cereza, empieza un mes antes y convive con la de la Picota del Jerte en los primeros meses de verano, y se espera alcanzar la cifra de 300 toneladas.
Una fruta muy deseada en todo el mundo
Una fruta muy deseada en todo el mundo
El acto de promoción de la Picota de este viernes ha contado con el apoyo del mediático frutero, Luis Pacheco, gerente de Gold Gourmet, quien ha recordado que diferenciar la cereza de la picota es muy sencillo: sólo hay que fijarse que la cereza se recoge del árbol y se comercializa con rabita y en cambio la primera, la picota, no.
Pacheco ha querido poner en valor, que hoy en día, consumir fruta en nuestro país es también una manera de contribuir al buen funcionamiento de la economía de nuestro país. Además, ha recordado que únicamente el 20% de las Picotas que se recolectan en nuestro país, en el Valle del Jerte, se quedan aquí para consumo propio; el resto, el 80%, son exportadas a muchos lugares del mundo.