Esta semana se ha celebrado una cumbre que ha reunido al Gobierno con las comunidades autónomas para intentar ponerse de acuerdo en la aplicación de la Ley de Vivienda.
Para el Ejecutivo, asuntos como el tope del alquiler y la declaración de zonas tensionadas son la receta del éxito para contener los precios, ampliar el parque de alquiler y permitir que los jóvenes vivan en el centro de las ciudades.
Algo a lo que se oponen las comunidades autónomas gobernadas por el PP, que se niegan a declarar determinadas zonas tensionadas para intervenir los precios.
Discusiones políticas al margen, los datos revelan que el precio de la vivienda ha vuelto a subir en la Eurozona y en España. El ciclo alcista cumple una década con un aumento del 3,6% en el segundo trimestre del año, el mayor en nueve y el doble que la Eurozona. El 15% de las viviendas en España ya son compradas por ciudadanos de otros países.
¿Cuáles son los principales factores estructurales que dificultan el acceso a la vivienda en España?
El director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, explica en 'Por fin' cuál es el principal problema que enfrentan las familias a la hora de adquirir una vivienda en nuestro país: la falta de oferta.
"Faltan viviendas, sobre todo en zonas tensionadas y esto no tiene que ver con el control de los alquileres. El problema es que no hay vivienda libre suficiente para los jóvenes y el público general", afirma.
Sin embargo, este problema no afecta sólo a España, sino también a otros países, lo que explica que los precios vayan subiendo porque se van incorporando "poco a poco más personas al mercado laboral y van llegando más extranjeros".
Cuando crece la demanda y la oferta no se incrementa porque las comunidades y ayuntamientos no ponen en el mercado suelo para construir, se produce un aumento de precios.
"No es normal que no haya reacción por parte de los poderes públicos"
Torres afirma que no es normal que los poderes públicos no reaccionen ante la crisis de vivienda que estamos sufriendo y no hagan políticas que respondan a esta escasez de vivienda. Es normal que los precios suban porque responden a la realidad del mercado inmobiliario, pero falla que los poderes públicos no hayan reaccionado desde hace años para intentar desarrollar suelo construible.
"Tenemos la suerte de disponer de mucho suelo porque somos un país poco denso en comparación con los vecinos y existe mucho suelo que no se desarrolla. Esto es lo que produce esta situación", explica.
¿Se espera una corrección de los precios?
Asimismo, el experto desvela cuál es las otra circunstancia que se tiene que dar -aparte de más construcción- para que se produjese una hipotética bajada de precios:
- El tope de los ingresos: llegará un momento en que el esfuerzo económico de las familias para comprar o alquilar sea tan alto que ya no puedan asumir un encarecimiento adicional y dejen de comprar o alquilar. "Ahí se podrían llegar a moderar los precios en algún momento, pero si no responde la oferta, tendremos precios altos durante muchos años", asegura.
Soluciones innovadoras en otros países
Entre las posibles soluciones que se producen en otros países están la implantación de viviendas modulares o las cooperativas de vivienda. Según el experto, aunque el más interesante siga siendo desarrollar suelo y construir, hay que explorar todos los nichos de oferta que se producen.
Para él, además de estas soluciones, también hay otras a más corto plazo, como por ejemplo, incentivar la puesta en el mercado de viviendas que están vacías, algo que la SAREB ya está haciendo con la vivienda social.
También habría que intentar controlar el alquiler turístico, pero "con cuidado" ya que el turismo compite con otras actividades económicas y "hay que intentar que no desborde o no expulse personas y otras actividades".
Este tipo de soluciones, observa el experto, "permite elevar los edificios existentes", pero la solución a largo plazo es construir vivienda en terrenos y solares que ya existen y que están urbanizados.
"Porque además, nos enfrentamos a un cuello de botella adicional: la falta de mano de obra. Si nos retrasamos mucho, en algún momento se va a disparar la oferta y la verdadera limitación va a venir del mercado laboral. No hay bastante personal en ese sector para asumir un incremento muy súbito y abrupto de la construcción. Hay que empezar desde ya a un ritmo asumible para la economía", sentencia.