Este viernes se ha conocido el dato adelantado de la tasa de inflación de abril, que sube 8 décimas, hasta el 4,1 %, debido al aumento de los carburantes. Los precios no dejan de aumentar desde que en el verano de 2021 comenzara este episodio inflacionista debido principalmente al aumento de la demanda global de la energía tras la pandemia, pero no alcanzó su tasa máxima del 10,8 % hasta el mes de julio de ese mismo año.
Este hecho afecta al precio de los alimentos, que no paran de aumentar y por ende, a la cesta de la compra de los ciudadanos. En concreto, las personas celíacas están viviendo un auténtico drama a la hora de incluir en su compra y alimentación productos básicos como el pan o la pasta.
Así ha afectado a los celíacos la inflación: 538,98 euros más al año en su cesta de la compra
Teniendo en cuenta que los productos específicos para celíacos son más caros que el resto, la inflación ha provocado que la cesta de la compra de las personas celiacas se haya incrementado en un 12 % en este año, con respecto al 2022, teniendo que pagar 538,98 euros más al año en su cesta de la compra, tal y como denuncia a Ondacero.es la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE).
En muchos restaurantes cobran un plus por ponerte pan sin gluten
La inflación no sólo ha incrementado el precio de las personas celíacas, hechos como comer o cenar fuera de casa se convierte en un "lujo" para los celíacos. El dietista Alfonso Mendoza (@alfonsomendoza.nutricion) explica a Ondacero.es que él como celíaco también nota esa inflación a la hora de salir a comer o cenar fuera porque "en muchos restaurantes cobran un plus por ponerte pan sin gluten".
El director de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de Madrid, Roberto Espina explica que la cesta de la compra sin gluten siempre ha presentado un sobrecoste importante con respecto a una cesta de la compra con gluten, por lo que antes de la inflación ya se manejaban precios disparados.
"Por poner un ejemplo, mientras que un paquete de pan rallado con gluten de 500gramos cuesta alrededor de un euro, un paquete de pan rallado sin gluten de 250 gramos llega a los 5 euros", expone Roberto Espina.
Además, desde esta asociación denuncian que el problema que tienen las personas celíacas y sensibles al gluten es que son los únicos pacientes que se costean el 100% de su tratamiento médico, la dieta sin gluten. Y esta dieta supone un sobrecoste de 900 euros al año por paciente. "Dado que es una enfermedad de base genética, es frecuente que en una misma familia haya más pacientes celíacos, por lo que este gasto se multiplica".
Estos precios desproporcionados provocan que, en muchos casos, las personas celíacas dejen de comprar productos sin gluten, como reconoce Alfonso Mendoza: "Yo personalmente sí compro menos productos específicos y los dejo para ciertas ocasiones".
Se sienten "excluidos y olvidados"
Los celíacos se sienten "olvidados" tanto por el Estado, -ya que son los pacientes los que se deben financiar al completo su tratamiento (la dieta sin gluten)-, como por la restauración. Consideran que cuando salen a comer o cenar fuera hay restaurantes que ofrecen opciones sin gluten sin tener en cuenta el contacto cruzado. "Esto nos ocurre también en eventos, conciertos o ferias.., donde no hay opciones sin gluten y no podemos comer nada...", afirman desde FACE.
Las marcas que ofrecen este tipo de productos se aprovechan
El dietista Alfonso Mendoza asegura que "no hay prácticamente ayudas de ningún tipo, salvo en ciertas comunidades, y las marcas que ofrecen este tipo de productos se aprovechan".
Infertilidad o cáncer, consecuencias a largo plazo por no seguir una dieta sin gluten
Ante estos precios desproporcionados, los celíacos reconocen que se limita "un poco" el consumo de ciertos productos específicos, sobre todo las personas con pocos recursos.
El no seguir una dieta sin gluten para un celíaco puede ocasionar, según la FACE y la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de Madrid, graves daños en su salud como la atrofia de vellosidades intestinales y, a largo plazo, problemas más graves como osteoporosis, infertilidad, anemia, daño hepático o cáncer de colon o linfomas.
¿Cuál sería la solución?
Para la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten la solución pasa por "ofrecer una tarjeta con la que se pudiera comprar los productos en supermercados y con el límite bimensual trimestral o anual que se decida entregar (tipo el cheque joven)".
Por otro lado, el dietista Alfonso Mendoza propone fijar precios máximos, ya que "ser celíaco no es una elección y por tanto no es entendible la diferenciación de precios entre los productos "normales" y específicos para celíacos".
Por último, la Federación de Asociaciones de Celiacos de España considera que la mejor opción es conceder ayudas directas para las personas afectadas.