"España no ha tomado medidas eficaces en respuesta a las recomendaciones del Consejo de junio de 2013", dice el documento redactado por Bruselas la semana pasada y adoptado este martes por los ministros de los países de la Eurozona, en una votación en la que ni España ni Portugal han podido tomar parte en la decisión de sus respectivos expedientes.
Con esta adopción se inicia la cuenta atrás de 20 días para que el Ejecutivo comunitario presente una propuesta que cuantifique la multa para los países incumplidores, que puede alcanzar hasta un 0,2 % del PIB nacional y que estará acompañada por la congelación de parte de los fondos europeos que les corresponden para 2017.
En el caso de España, ello supondría una multa de más de 2.000 millones de euros si Bruselas fija el máximo posible, aunque desde la Comisión han avisado de que puede proponer su reducción o anulación, mientras que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, se ha mostrado confiado en que la sanción será igual a "cero".
El plazo que se abre este martes ofrece también 10 días a España para que presente sus alegaciones al proceso sancionador, en un documento que De Guindos ha dicho que presentará "mañana mismo" (por el miércoles), con argumentos que defiendan los esfuerzos asumidos por el Gobierno para salir de la crisis.
Horas antes de que se formalizara el inicio del expediente sancionador, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha pedido a España y Portugal que sus respectivas cartas a Bruselas muestren una actitud "ofensiva, no ofensiva", en alusión a que deben presentar medidas concretas para corregir el desvío.
"Debe subrayar los próximos pasos que van a dar para resolver los problemas. Ese sería un planteamiento ofensivo, que estoy seguro que ayudará a la Comisión a decidir sobre las sanciones", ha declarado.
Según las cuentas del Ejecutivo comunitario para apoyar su dictamen negativo, España sumará un déficit público del 3,9% en 2016 y de un 3,1% en 2017. De Guindos, sin embargo, ha expresado su convicción de que el déficit volverá a situarse "por debajo del 3% el próximo año" y ha pedido celeridad a la Comisión para fijar la nueva senda.