De enero a marzo la economía española retrocede de nuevo. Después de dos trimestres en positivo, regresan las tasas negativas. El PIB español se contrae un 0,5%. La causa está en el retroceso del consumo y de la inversión.
El consumo de los hogares disminuye un 1% y más del 2% cae la inversión. Se nota el impacto de la tercera ola de la Covid-19, por las restricciones relacionadas con la pandemia. También influyen los daños ocasionados por la borrasca Filomena.
La demanda nacional resta más de dos puntos y medio y más de punto y medio las exportaciones. Aún con estos recortes en la actividad económica, el ritmo de la caída es menor que en el trimestre anterior. En datos interanuales la economía española desciende un 4, 3%, frente al 8,9 % del trimestre precedente.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) explica que para este avance de la contabilidad nacional la mayoría de indicadores coyunturales recogidos son de enero y febrero, que han sido los peores meses del trimestre, por lo que cabe esperar que la futura revisión del dato sea de una magnitud mayor a la habitual.
Las horas trabajadas se recortaron un 2% en los tres primeros meses. Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo aumentaron un 1,4 %, por el efecto de la caída de las jornadas a tiempo completo.
Caída en el consumo
La restricciones a la movilidad propiciaron una caída del 1 % del consumo de los hogares entre enero y marzo, y un descenso del 1,9 % de la inversión en su conjunto, si bien a inversión empresarial en bienes de equipo y maquinaria se mantuvo en positivo, con un avance del 0,9 %. Destaca la caída del 5,2 % de la inversión destinada a vivienda y construcción.
Las exportaciones se estancaron y registraron un ligero retroceso del 0,1 %, mientras que las importaciones cayeron el 1,3 %, en línea con la contracción de la demanda interna.
Desde el lado de la oferta, todas los sectores de actividad cayeron, salvo el de los servicios, que logró avanzar el 0,2 %, con un repunte del 1,4 % del comercio, el transporte y la hostelería. La construcción cayó un 4,2 %; la industria, un 2,1 %; y la agricultura, un 2 %.
El empleo medido en horas trabajadas solo creció en la construcción (2,8 %), mientras que cayó en la agricultura (2,6 %), la industria (1,9 %) y los servicios (2,5 %).