Para el sindicato esta precariedad laboral es la otra cara de la bonanza del turismo en nuestro país. Los jóvenes doblan la tasa de temporalidad del resto del país pero cobran la mitad, unos 11.000 euros brutos de media. Además, según denuncia UGT, son víctimas de prácticas fraudulentas que abundan sobre todo en hostelería y comercio.
"Las contrataciones son muy temporales, en muchos casos a tiempo parcial. Se hace un contrato de cuatro horas pero se trabajan 10 o 12", ha afirmado Cristina Antoñanzas.
El sindicato denuncia también que la garantía juvenil, la herramienta puesta en marcha por el Gobierno con dinero de Europa para dar formación o empleo a los jóvenes, no está funcionando, sólo se han inscrito un tercio de los potenciales beneficiarios y hay cientos de millones de euros que no se han gastado y que ahora nos reclama Bruselas.