Mejora su previsión para este año hasta el 4,1%

El Banco de España cree que el déficit público no bajará del 3% hasta 2018

El Banco de España calcula que el déficit público se situará por debajo del umbral del 3% del PIB en 2018, un año más tarde de lo que exige Bruselas, al tiempo que ha mejorado su previsión para 2016, al reducirla del 4,4% al 4,1% del PIB, por encima del 3,7% exigido por la Comisión Europea.

ondacero.es

Madrid | 07.06.2016 12:21

En las proyecciones macroeconómicas para el periodo 2016-2018, publicadas hoy, la entidad explica que las diferencias con respecto a los objetivos oficiales se deben fundamentalmente a que recogen incrementos más moderados de los ingresos públicos y del PIB nominal.

El Banco de España señala que se mantiene la incertidumbre en torno al proceso de consolidación presupuestaria, tanto en lo que tiene que ver con su intensidad y pauta temporal, como en lo relacionado a su composición, con lo que los cambios en la política fiscal pueden llegar a suponer un riesgo a la baja para la actividad económica.

La entidad solo incorpora las decisiones impositivas ya aprobadas o con una alta probabilidad de serlo, sobre todo en un contexto como el actual "caracterizado por una notable incertidumbre acerca del curso futuro de la política presupuestaria".

La proyección para 2016 ha mejorado respecto a la de marzo, al incorporar la información de la Actualización del Programa de Estabilidad, que incluye medidas adicionales de control del gasto público por valor de 3.500 millones de euros, de los que 2.000 millones se corresponden con el ajuste presupuestario del Estado y el resto con medidas que se esperan que adopten las autonomías.

En sus proyecciones, el Banco de España asume que el tono de la política fiscal será neutral en promedio en el horizonte de proyección, después de que en 2015 tuviera un signo expansivo.

Los supuestos fiscales sobre los se han elaborado las proyecciones -unidos a otros como el precio del petróleo, los tipos de interés y la evolución de las exportaciones- tendrán en términos globales una repercusión negativa en el ritmo de avance del PIB hasta 2018.