El BCE sigue los pasos de la OCDE. Rebaja drásticamente sus previsiones de crecimiento para la zona euro -las deja en el 1,1%, seis décimas menos de lo que pensaba en diciembre-.
Esta debilidad de la economía de la zona euro es lo que está detrás de la decisión de Mario Draghi de incrementar las inyecciones de capital para el sistema financiero.
"Hemos decidido lanzar una serie de operaciones de financiación financiera a plazo más largo dirigidas trimestralmente que comenzarán en septiembre de este año y finalizarán en marzo de 2021", ha dicho.
El objetivo es que esta liquidez provoque una mayor concesión de créditos para financiar la actividad económica.
El BCE mantiene el precio oficial del dinero en el 0% y ha decidido también retrasar la subida de los tipos de interés al menos hasta final de año.