La consultora Deloitte detectó, 48 horas antes de su caída, un déficit de provisiones de entre 11.800 millones de euros en el mejor escenario y de 20.600 millones en el peor, la mitad por su exposición al sector inmobiliario.
Mientras, el Banco Central Europeo ha optado por ocultar los datos concretos de liquidez y acceso a los mecanismos de liquidez de emergencia, así como detalles sobre los colaterales con los que contaba el Banco Popular entonces.