La marca fue alcanzada justo en la apertura de la jornada, en una sesión de avances bursátiles que, si se mantiene con esa tendencia, puede terminar con nuevos récords en sus principales indicadores.
Media hora después del comienzo de la sesión, el Dow Jones subía un 0,57% o 113,96 puntos, hasta los 20.026,67 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 crecía un 0,52% o 11,95 puntos, hasta las 2.292,02 unidades.
Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq avanzaba un 0,68% o 38,03 puntos, hasta los 5.638,99 enteros.
Tanto el S&P 500 como el índice del Nasdaq cerraron ayer martes con nuevas marcas históricas, que renovarán hoy si se mantiene la tendencia, junto la que se apuntará el Dow Jones.
El impulso que ha venido registrado el parqué neoyorquino ha permitido al Dow Jones conquistar hoy por primera vez los 20.000 puntos tres años después de que tocara por primera vez los 15.000 enteros y tras llegar a los 10.000 en 1999.
El 22 de noviembre pasado, el Dow Jones de Industriales, que comenzó a funcionar con ese nombre en 1896, superó por primera vez los 19.000 puntos.
Las alzas se han mantenido como reacción al triunfo electoral de republicano Donald Trump en los comicios del 8 de noviembre, en una primera etapa, y más recientemente a raíz de las medidas que ha anunciado desde que llegó a la Casa Blanca.
Por sectores, el avance mayor era para el de bienes de consumo cíclico, que subía un 0,77%, mientras que la pérdida más pronunciada la tenía el de telecomunicaciones, que perdía un 0,33%.
De los 30 títulos incluidos en el Dow Jones, media hora después de la apertura de la sesión las alzas estaban lideradas por la firma aeronáutica Boeing, que avanzaba un 2,21% como reacción al anuncio de sus resultados trimestrales.
Le seguían la aseguradora Travelers (+1,43%) y el grupo de equipos industriales Caterpilar (+1,30%).
Las pérdidas mayores eran para el grupo United Technologies, que cedía un 2,17%, seguida de la compañía de telecomunicaciones Verizon (-1,08%) y de Procter & Gamble (-0,59%).
En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba a 52,70 dólares el barril, el oro caía a 1.194,4 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años subía al 2,497% y el dólar retrocedía ante el euro, que se cambiaba a 1,0732 dólares.