"Aunque la mayoría de los accionistas con los que hablé dijeron que permanecerían con Tesla si nos privatizáramos, el sentimiento, en pocas palabras, era 'por favor no hagas esto'", dijo Musk en un comunicado.
El fundador de Tesla aseguró que tomó la decisión basándose en los comentarios de los accionistas, incluidos los inversores institucionales, que argumentaron que tienen reglas internas que limitan cuánto pueden invertir en una empresa privada.
"Sabía que el proceso de privatización sería un desafío, pero está claro que consumiría más tiempo y sería una distracción de lo previsto inicialmente. Esto es un problema porque debemos mantenernos enfocados en aumentar el Modelo 3 y ser rentables. No lograremos nuestra misión de avanzar la energía sostenible a menos que también seamos financieramente sostenibles", insistió.
Musk agregó además que después de las consultas, se reunió este jueves con el Consejo Directivo, y les comunicó la decisión final de "mantener pública" la empresa, algo con lo que el Consejo "estuvo de acuerdo".
A principios de mes, Musk planteó en las redes sociales la posibilidad de retirar a la compañía de la bolsa, tras lo que sus acciones registraron una drástica subida y su cotización fue suspendida temporalmente.
La evaluación de esta posibilidad se abrió después de que el empresario hubiese criticado abiertamente a los vendedores a corto plazo de las acciones de Tesla, que considera dañan el desarrollo de la compañía.
El magnate se enfrenta además a las preocupaciones de si la fábrica de la empresa en Fremont, California, cuenta con suficientes fondos para aumentar la producción del Modelo 3 de forma sostenida y sustentar sus planes de recimiento con la introducción de nuevos vehículos y nuevas infraestructuras.
Después de suspenderse su cotización, Musk envió una carta formal a los empleados de Tesla en la se explicaba que la decisión de retirar de la bolsa a la compañía no era final y enumeraba las razones por las que se planteaba el cambio.