Baja ligeramente la nota con la que la empresa familiar valora la situación económica actual. Del 5,48 del año pasado a un 5,3 en esta edición, aunque al ser preguntados por las perspectivas económicas, las impresiones son bastante peores.
Se dispara hasta el 63% el porcentaje de empresarios que prevé un crecimiento a corto y medio plazo, frágil en el que no habrá creación de empleo neto.
Esa sensación se traduce también en sus futuras decisiones porque se multiplica por dos el número de compañías que tienen pensado reducir su plantilla.
En este contexto y preguntados por el reto más importante que tiene España ahora mismo, la inmensa mayoría cita la gobernabilidad de España en primer lugar, seguido de las reformas pendientes, el desempleo y la demografía.