RENTA 2024

¿Eres autónomo con ingresos bajos? Esto es lo que debes saber sobre la Renta 2024

¿Ser autónomo con ingresos bajos significa pagar menos impuestos? No siempre, pero hay formas de optimizar tu situación fiscal y evitar sorpresas con Hacienda. ¡Descubre cómo declarar sin que tu bolsillo sufra más de la cuenta!

Cuándo se hace la declaración de la Renta en 2025: a partir de qué día se puede hacer y novedades de este año

Declaración Renta 2025: ya se puede consultar si saldrá a pagar o a devolver en este simulador de Hacienda

Si has comprado una casa en 2024, esto es lo que debes saber para la declaración de la Renta

Miriam Méndez

Madrid |

¿Eres autónomo con ingresos bajos? Esto es lo que debes saber sobre la Renta 2024
¿Eres autónomo con ingresos bajos? Esto es lo que debes saber sobre la Renta 2024 | Pixabay

La Renta 2024 está a la vuelta de la esquina y, aunque tu negocio esté en fase de crecimiento o, simplemente, no alcance grandes cifras, ¡no te preocupes! Los autónomos con ingresos bajos tienen más herramientas de las que piensan para aliviar la carga fiscal.

No se trata solo de cumplir con la Agencia Tributaria, sino de aprovechar al máximo las deducciones, bonificaciones y beneficios que existen para ti. Porque, si bien la Renta puede parecer un monstruo de papeleo, con la información adecuada, puede convertirse en un aliado que te ayude a optimizar tu situación económica. Este año, no solo te enfrentes a los números, ¡haz que esos números jueguen a tu favor! Te contamos todo lo que necesitas saber para que la declaración de la Renta 2024 sea mucho más que una simple obligación: ¡es la oportunidad de hacer que tu esfuerzo como autónomo se vea reflejado en tu bolsillo!

La Renta 2024 para autónomos con ingresos bajos: lo que debes saber

Ser autónomo con ingresos bajos tiene sus ventajas, sobre todo cuando se trata de la Renta. Si bien los autónomos que no alcanzan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) tienen ciertas incertidumbres sobre su situación fiscal, es fundamental entender qué opciones existen para reducir su carga tributaria.

Aunque antes se asumía que aquellos que no alcanzaban el SMI no tenían por qué darse de alta como autónomos, la realidad es un poco más compleja. Según la normativa vigente, si realizas una actividad económica habitual y directa, deberías darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), independientemente de tus ingresos. Sin embargo, la jurisprudencia ha dado cierto respiro a aquellos que no superan el SMI, considerando que no siempre es necesario cotizar como autónomo si los ingresos no alcanzan este umbral.

En cuanto a la Renta, los ingresos bajos pueden tener un impacto significativo en las cuotas que debes pagar, pero también abren la puerta a ciertos beneficios fiscales y deducciones que otros autónomos con mayores ingresos no pueden aprovechar.

Una de las grandes ventajas de ser autónomo con bajos ingresos en 2025 es la posibilidad de acceder a la tarifa plana. Esta tarifa de cotización reducida se aplica durante los primeros años de actividad y es especialmente beneficiosa para aquellos que no alcanzan el SMI.

En 2025, la tarifa plana se sitúa en 80 euros mensuales durante el primer año de actividad. Si tu negocio aún no ha alcanzado el umbral del SMI, podrás mantener esta cuota durante un segundo año. Esto te permitirá reducir la carga de la Seguridad Social y tener más margen para hacer crecer tu negocio.

Aunque la cuota mínima aumenta progresivamente después del segundo año (dependiendo de tus ingresos), tener una tarifa plana o una bonificación en los primeros años de actividad puede hacer una diferencia considerable en tu flujo de caja.

Deducciones fiscales para autónomos con ingresos bajos: gastos deducibles

Uno de los mayores beneficios fiscales que pueden aprovechar los autónomos con ingresos bajos son los gastos deducibles. Estos gastos son aquellos que están directamente relacionados con la actividad económica que desarrollas, y al deducirlos, reduces tu base imponible, lo que disminuye la cantidad de impuestos que tendrás que pagar. Algunos de los gastos más comunes que puedes deducir incluyen:

  • Material de oficina: todo lo que necesites para realizar tu actividad, como ordenadores, impresoras, material de papelería, software de gestión, etc.
  • Suministros: las facturas de electricidad, agua, gas o internet, siempre que estos suministros se utilicen para el desarrollo de tu actividad. Si trabajas desde casa, puedes deducir una parte proporcional de estos gastos, dependiendo del porcentaje de tu vivienda que uses para tu negocio.
  • Gastos de transporte y vehículos: si utilizas un vehículo para desplazarte por motivos laborales, puedes deducir una parte proporcional de los gastos asociados, como combustible, mantenimiento, seguro o parking. Esto es aplicable si usas el vehículo para visitas a clientes, transporte de material o desplazamientos a otras actividades profesionales.
  • Herramientas y equipos: los materiales o herramientas que adquieras para realizar tu trabajo también son deducibles, siempre que estén relacionados directamente con tu actividad profesional.
  • Gastos de asesoría: si contratas los servicios de un asesor fiscal, contable o gestor para ayudarte con la organización de tu negocio o la declaración de impuestos, esos honorarios también son deducibles.
  • Local o vivienda: si trabajas desde casa, puedes deducir una parte proporcional de los gastos de vivienda, como el alquiler, la hipoteca, la luz, el agua y el gas. Para calcular esta deducción, debes tener en cuenta el porcentaje de la vivienda que utilizas exclusivamente para el trabajo. Por ejemplo, si tu oficina ocupa el 20% de la vivienda, puedes deducir el 20% de estos gastos.
Cabe destacar que, para beneficiarte de estas deducciones, debes llevar un registro detallado de todos los gastos y conservar las facturas correspondientes, ya que la Agencia Tributaria podría solicitarlas en caso de revisión. El cumplimiento de esta normativa es crucial para evitar sanciones.

Deducciones fiscales para autónomos con ingresos bajos: reducción por rendimientos netos

Otra deducción importante es la reducción por rendimientos netos, especialmente si tus ingresos como autónomo son bajos. Esta reducción se aplica a la base imponible, lo que puede tener un impacto muy positivo en tu declaración de la Renta.

Si tus rendimientos netos (es decir, tus ingresos totales menos los gastos deducibles) no superan los 15.000 euros anuales, podrás beneficiarte de una reducción de hasta 3.700 euros sobre tu base imponible, lo que significa que se reducirá la cantidad de dinero sobre la que se aplican los impuestos. Esta deducción está pensada para autónomos con bajos ingresos, permitiéndoles pagar menos impuestos o incluso conseguir una devolución.

Por ejemplo, supongamos que tus ingresos anuales son 12.000 euros y, tras deducir gastos, tus rendimientos netos son 10.000 euros. Si estás dentro de los umbrales de esta reducción, podrías reducir tu base imponible en 3.700 euros, lo que significa que solo pagarías impuestos sobre una base de 6.300 euros (en lugar de los 10.000 euros iniciales).

Esta deducción tiene un gran impacto en la carga fiscal de los autónomos con ingresos bajos, permitiéndoles pagar menos impuestos o recibir una mayor devolución. Además, si no alcanzas los 15.000 euros anuales, se considera que tu actividad no tiene un carácter "excesivo" y, por tanto, se favorece la reducción de la base imponible.

:Deducciones fiscales para autónomos con ingresos bajos: gastos de formación y educación

La formación continua es clave para el desarrollo de cualquier negocio, y los autónomos también pueden beneficiarse de deducciones por gastos de educación relacionados con su actividad. Esto incluye tanto la formación que realices como los materiales educativos que compres para mejorar tus habilidades o conocimientos. Estos gastos pueden deducirse si están directamente relacionados con tu actividad económica.

  • Cursos y seminarios: si participas en cursos, talleres, seminarios o conferencias que te ayuden a mejorar tus habilidades profesionales y están relacionados con tu actividad, puedes deducir los costos de inscripción, desplazamientos y materiales.
  • Material educativo: si compras libros, suscripciones a revistas especializadas, recursos online o cualquier otro material que contribuyan al perfeccionamiento de tu actividad, estos también son deducibles.
  • Educación a distancia: hoy en día, muchos cursos de formación se realizan online, lo cual no cambia su deducibilidad. Podrás deducir los gastos de los cursos, plataformas, software o herramientas que utilices para tu educación continua, siempre que estén relacionados con tu actividad económica.

Esta deducción es excelente para los autónomos que quieren mejorar sus conocimientos y capacidades dentro de su sector, ya que no solo les ayudará a crecer profesionalmente, sino que también les permitirá reducir su base imponible y, por lo tanto, su carga fiscal.

Otros beneficios fiscales para autónomos con ingresos bajos

Además de las deducciones mencionadas anteriormente, los autónomos con ingresos bajos también pueden acceder a otros beneficios fiscales, tales como:

  • Tarifa plana de autónomos: si eres nuevo autónomo o si llevas poco tiempo en el mercado, puedes acceder a la tarifa plana, que te permite pagar una cuota mensual reducida a la Seguridad Social. Esta cuota varía dependiendo de tu situación, pero la tarifa plana en 2024 se sitúa en 80 euros al mes durante el primer año.
  • Bonificaciones por pluriactividad: si eres autónomo y trabajas por cuenta ajena al mismo tiempo, en la situación de pluriactividad, puedes obtener una bonificación de hasta el 50% en la cuota de autónomos, lo que puede aliviar considerablemente tus pagos a la Seguridad Social.
  • Exenciones de IVA: si tu volumen de operaciones es inferior a 85.000 euros anuales (y cumples con ciertos requisitos), puedes optar por acogerte a la exención de IVA, lo que te exime de realizar la declaración trimestral de IVA y simplifica la gestión de tu negocio.

Pluriactividad y sus implicaciones fiscales

Si además de ser autónomo trabajas por cuenta ajena, te encuentras en una situación de pluriactividad, lo que implica que cotizas en dos regímenes de la Seguridad Social: el Régimen General (por tu empleo asalariado) y el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) (por tu actividad como autónomo).

Esta doble cotización puede generar ciertas ventajas fiscales y bonificaciones que te permitirán optimizar tus pagos a la Seguridad Social y tu declaración de la Renta.

Para evitar una carga excesiva en la Seguridad Social, los trabajadores en pluriactividad pueden acogerse a reducciones en la cuota de autónomos. Estas reducciones varían según la jornada laboral que tengas en tu empleo por cuenta ajena:

  • Si trabajas a jornada completa: puedes beneficiarte de una reducción del 50% en la base mínima de cotización durante los primeros 18 meses y un 25% en los siguientes 18 meses.
  • Si trabajas a jornada parcial (igual o superior al 50%): la reducción será del 25% en la base mínima durante los primeros 18 meses y del 15% en los siguientes 18 meses.

Esto significa que pagarás una cuota de autónomos más baja, lo que es una gran ventaja si tus ingresos como autónomo son reducidos.

Además, si tu suma de cotizaciones en el Régimen General y el RETA supera los límites establecidos por la Seguridad Social, podrías solicitar una devolución de una parte de lo cotizado como autónomo.

En 2024, si el total de tus cotizaciones a la Seguridad Social (por cuenta ajena y por cuenta propia) supera los 16.841,68 euros anuales, la Seguridad Social te devolverá hasta el 50% del exceso de lo cotizado en el RETA, con un límite del 50% de las cuotas ingresadas en este régimen.

Esta devolución se tramita de forma automática, sin necesidad de que la solicites, y la Seguridad Social te ingresará el importe correspondiente antes del 1 de mayo del año siguiente.

En la declaración de la Renta, tus ingresos como asalariado y como autónomo se suman, lo que puede hacer que subas de tramo en el IRPF y pagues más impuestos. Sin embargo, puedes aplicar varias deducciones para minimizar el impacto:

  • Deducción de gastos relacionados con tu actividad como autónomo: material, suministros, formación, alquiler, entre otros.
  • Reducción por rendimientos netos si tus ingresos como autónomo son bajos (menos de 15.000 €).
  • Deducción por doble imposición internacional, en caso de que tengas ingresos en el extranjero.

Si bien la pluriactividad puede aumentar la complejidad fiscal, también permite acceder a bonificaciones y devoluciones que alivian la carga tributaria. Es recomendable contar con asesoría fiscal para optimizar al máximo las ventajas de esta situación y evitar pagar más de lo necesario.

¿Qué ocurre si tus ingresos son muy bajos?

En algunos casos, es posible que los ingresos de los autónomos sean tan bajos que no superen los umbrales mínimos de tributación, lo que puede dar lugar a la exención de ciertos impuestos. Sin embargo, es importante destacar que incluso si tus ingresos no superan los 1.000 euros anuales, debes declarar todas tus operaciones ante la Agencia Tributaria para evitar posibles sanciones.

Si tus ingresos como autónomo son tan bajos que no te permiten cubrir la cuota de autónomos, la tarifa plana de 80 euros es una opción para aliviar los primeros años de carga económica. No obstante, es recomendable que busques asesoría para no incurrir en errores en tu declaración y poder aprovechar todas las opciones legales que tienes para reducir tus impuestos.