El mundo laboral está en constante cambio, y con la rápida adopción de tecnologías emergentes y la globalización las habilidades que requieren las empresas también están cambiando.
De cara a 2025, varias tendencias indican cuáles serán las competencias más demandadas. Por ello, la revista Forbes ha publicado las habilidades que se espera sean cruciales en el futuro cercano.
Fluidez en la Inteligencia Artificial
En 2025, el dominio de la IA será tan fundamental como lo es hoy la alfabetización informática. El dicho de que "la IA no reemplazará a los humanos, pero los humanos que la utilicen reemplazarán a los que no la utilicen" se convertirá en una cruda realidad, aseguran en Forbes.
El dominio de la IA implica dominar la ingeniería rápida para extraer resultados óptimos de los sistemas de IA, personalizar los modelos de IA para aplicaciones comerciales específicas y abordar las implicaciones éticas de la implementación de la IA.
También significa reconocer las limitaciones de la IA y aprovechar rasgos exclusivamente humanos como la construcción de relaciones y la resolución creativa de problemas, habilidades que seguirán siendo irremplazables.
Liderazgo en transformación digital
La tecnología será la piedra angular de la innovación y el crecimiento en todas las industrias en 2025. Afirman que los avances revolucionarios en inteligencia artificial, análisis de datos, computación en la nube, redes 5G y computación cuántica iluminan el camino para las organizaciones que se esfuerzan por consolidar sus posiciones de liderazgo.
Sin embargo, liderar la transformación digital significa mucho más que simplemente adoptar las últimas tendencias tecnológicas para seguir el ritmo. Exige la formulación de una visión estratégica nítida que aproveche la tecnología para abordar los principales desafíos organizacionales de frente.
Agilidad de aprendizaje permanente
En 2025, el ritmo de la innovación será tan implacable que incluso una pausa momentánea en el aprendizaje podría dejar obsoletas las habilidades de una persona. La vida media de las competencias profesionales se reducirá drásticamente a medida que las herramientas, tecnologías y plataformas emergentes sustituyan rápidamente a las prácticas establecidas.
Los empleadores visionarios promoverán este cambio de paradigma hacia el aprendizaje permanente, reconociéndolo como un imperativo estratégico para abordar las brechas de habilidades y mantener una ventaja competitiva. Al mismo tiempo, las instituciones educativas experimentarán una transformación radical, abandonando los modelos de enseñanza tradicionales en favor de planes de estudio ágiles y alineados con la industria.
Previsión estratégica y resolución de problemas complejos
A pesar de los rápidos avances, incluso los modelos de Inteligencia Artificial más sofisticados en 2025 apenas arañarán la superficie de la capacidad de replicar las complejidades y los matices de la cognición humana. Cuando se trata de crear sistemas y procesos innovadores, la mente humana sigue siendo incomparable en su capacidad de visualizar soluciones holísticas que cambien paradigmas y sean esenciales para una verdadera innovación.
Aunque la inteligencia artificial general puede vislumbrarse en el horizonte, su realización está lejos del futuro inmediato.
Inteligencia emocional: la ventaja humana
A medida que las máquinas dominen las tareas rutinarias, el valor de los rasgos humanos irrepetibles se disparará. La inteligencia emocional será la piedra angular del liderazgo eficaz y del éxito organizacional en 2025.
El arte de la comunicación interpersonal es fundamental para la inteligencia emocional. En una era de saturación digital, la capacidad de conectarse genuinamente con los demás se convertirá en una habilidad muy valorada. Los líderes que puedan articular una visión, inspirar a los equipos y navegar por dinámicas humanas complejas se destacarán en un mundo cada vez más mediado por la tecnología.
Las competencias críticas incluirán cultivar la empatía y la confianza en equipos diversos, manejar dinámicas interpersonales complejas y brindar tutoría y entrenamiento para lograr el máximo rendimiento. La capacidad de construir relaciones duraderas con los clientes a través de una comunicación matizada y de resolver conflictos con delicadeza será invaluable.
Además, a medida que los modelos de trabajo remoto e híbrido se conviertan en la norma, quienes puedan fomentar un sentido de conexión y colaboración a través de las brechas digitales serán muy demandados. La capacidad de leer señales no verbales sutiles, incluso a través de interfaces virtuales, y de crear seguridad psicológica en los equipos será crucial para impulsar la innovación y la productividad.