La consultoría Knight Frank, una de las consultoras inmobiliarias líderes a nivel mundial, elabora cada año un estudio sobre la distribución de la riqueza en cada país, desgranando la cantidad que se necesita en cada territorio para formar parte del 1% más rico; y por supuesto, trasluciendo las desigualdades que se dan entre naciones.
El pódium de los tres países con mayor cantidad de patrimonio necesario para formar parte del 1% más rico está formado por tres países europeos. Por segundo año consecutivo, Mónaco encabeza la lista, donde es necesario contar con un patrimonio de 12,9 millones de dólares, le sigue Luxemburgo, con 10,8 millones de dólares y Suiza con 8,5 millones.
¿Quién forma parte del 1% más rico en España?
Según este estudio, España se situaría en el puesto 15 del ránking. Para entrar a formar parte de este exclusivo club de los más ricos se requiere tener un patrimonio de unos 2,3 millones de euros, misma cifra que la que se registró en 2023.
Dejando a un lado los países que encabezan la lista, en comparación con otros países europeos, el patrimonio necesario de España para pertenecer a este grupo es menor. Por ejemplo, en el caso de Francia son necesarios 2,9 millones de euros o en Alemania 3,1 millones.
La disparidad económica entre territorios
Este informe también refleja la disparidad económica existente entre países y continentes. Un ejemplo entre países del primer mundo es el que sucede entre España (2,3 millones) y Estados Unidos (5,3 millones), en Medio Oriente la brecha entre un país y otro es significativa. Por ejemplo, en Emiratos Árabes Unidos se necesita un patrimonio de 1,6 millones para formar parte del 1% más rico del país, mientras que en Arabia Saudita hay que tener 740.000 euros.
En el caso de América Latina, mientras que los habitantes de Brasil necesitan unos 433.000 euros de patrimonio para pertenecer al 1% de la población más rica, seguido de México, con unos relativamente bajos 383.000 euros.
En la región de Asia y el Pacífico, Singapur lidera el grupo con una exigencia de 4,8 millones de euros, mientras que Hong Kong, Japón y China establecen cifras menores: 2,9, 1,7 millones de euros y 950.000 euros, respectivamente.
