De esta forma, los ingresos por publicidad tributarán en los 25 países de todo el mundo en los que cuenta con una oficina, entre los que se encuentran España, Francia, Alemania o Italia. Facebook toma esta medida después de que, junto a otras grandes tecnológicas, haya sido acusada de evasión fiscal a través de la planificación tributaria. "Creemos que una estructura de ventas local proporcionará una mayor transparencia a los gobiernos y a los responsables políticos de todo el mundo, que han pedido una mayor visibilidad sobre los ingresos asociados a las ventas en sus países", ha señalado Wehner.
Según Facebook, esta decisión requerirá de "importantes recursos", si bien intentará implementar el nuevo sistema de facturación lo más rápido posible para garantizar que la transición no suponga un problema en su estructura tributaria. Está previsto que el cambio se inicie durante 2018 y que se complete en la primera mitad de 2019. Asimismo, la plataforma fundada por Mark Zuckerberg ha subrayado que su sede en Estados Unidos continuará siendo la ubicada en Menlo Park, en California, mientras que en Dublín, en Irlanda, seguirá estando la sede internacional.