Esta vía, que da acceso a la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, es la sexta autopista de peaje en quiebra que revierte al Estado, tras la R-4, la R-2, la AP-36, la AP-7 Cartagena Vera y la AP-7 Circunvalación de Alicante.
Según Fomento, esta medida garantiza la continuidad en la prestación del servicio y el mantenimiento de los actuales empleos.
Fomento tiene previsto relicitar las autopistas en quiebra y adjudicarlas de nuevo durante el presente ejercicio.
La reversión de la M-12 tiene lugar después de que el juzgado que tramita el concurso de acreedores de la sociedad concesionaria haya aprobado su plan de liquidación y de que Fomento haya dictado una resolución de medidas provisionales para garantizar la correcta prestación del servicio.
El ministerio que encabeza Íñigo de la Serna ha recalcado que la reversión al Estado de esta autopista no responde a la voluntad de Fomento, sino que viene determinada por la aprobación del plan de liquidación.
La Ley de Contratos del Sector Público establece que si una concesión de obra pública inicia la fase de liquidación en un concurso de acreedores, existe la obligación legal de resolver el contrato y de que la infraestructura revierta a la administración que la concedió.
Para poder continuar con la prestación del servicio, el Consejo de Ministros aprobó un convenio de gestión directa entre Fomento y Seittsa.
El ministerio tiene previsto relicitar las ocho concesiones actuales en dos lotes: uno que abarcará las autopistas del entorno de Madrid (R-2, R-3 y R-5, R-4, M-12, AP-41 y AP-36) y otro que incluirá las dos vías de la AP-7 (Cartagena-Vera y Circunvalación de Alicante).